lunes, 25 de julio de 2011

Brasil custodiará sus fronteras desde el espacio



La presidente Dilma Rousseff anunció la instalación de un monitoreo satélital de última generación. Esta medida se suma a la construcción del submarino atómico para vigilar los accesos marítimos.
Crédito foto: Reuters

"El Ministerio de Defensa está haciendo estudios para que tengamos un sistema de satélites que se llamará SisFronteras, para monitorear toda el área por satélite", detalló la mandataria brasileña. Según explicó Rousseff, la innovación tecnológica apunta a frenar el ingreso de drogas y armas a través de las fronteras con países sudamericanos, fenómeno que abastece al crimen organizado. "Es imposible imaginar que casi 17 mil kilómetros de fronteras puedan ser monitoreados sólo por policías y soldados. Por eso, necesitamos tener equipamientos que permitan planificar las acciones", añadió. 

En un país con el "tamaño de Brasil" el Estado creó el "Plan Estratégico de Fronteras, constituido por dos grandes operaciones, la primera fue la Operación Centinela, creada por el ex presidente Lula (da Silva) y ahora la Operación Agata, que será conducida por el Ministerio de Defensa", anunció. 

Incluso antes de asumir como presidente, durante la campaña electoral, Rousseff había adelantado sus propósitos de rearmarse en pos de la defensa de su territorio. "Existe una modificación de la situación del país en el escenario internacional. Brasil tiene un territorio de dimensión continental, con una frontera oeste de más de 15 mil kilómetros y una frontera marítima de casi 8 mil. Tenemos la obligación de tener una actitud de protección de nuestro territorio, no agresiva, pero sí defensiva y disuasiva", explicaba en aquella oportunidad sobre la política de rearme iniciada por Lula.

Fuente: Infobae.com


Brasil quiere ampliar acuerdo con China por satélites


Valor Económico – Brasil - Autor: Sergio Leo
Dilma Rousseff: el encuentro con autoridades chinas servirá para discutir la ampliación del programa aerospacial
El gobierno brasileño aprovechará la visita de la presidente Dilma Rousseff a China para discutir con los chinos la ampliación del programa de cooperación en cuestión de satélites. El programa sufrió retrasos y el próximo lanzamiento, del satélite conocido como CBERS-3, programado originalmente para 2009, deberá ser aplazado, otra vez, para 2012. Aun así, es apuntado como el más exitoso programa de cooperación científica y tecnológica entre países emergentes y ha incentivado el desarrollo de equipamientos sofisticados en empresas brasileñas. “Queremos diversificar, ver posibilidades de trabajo conjunto con China”, dijo el director de Satélites, Aplicaciones y Desarrollo de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), Thyrso Villela. El programa CBERS, hoy, está volcado a la construcción de satélites para captación de imágenes de la superficie de la Tierra, con aplicaciones en la agricultura, en el control de deforestación, en la actuación contra catástrofes naturales y en otras actividades sujetas a detección remota.
La AEB cree que puede aumentar la cooperación con los chinos en técnicas de detección remota, interpretación de datos y estudios científicos como los realizados sobre el clima espacial. “Queremos intercambio de técnicos, simposios, cursos más extensos, de donde pueden surgir otras ideas importantes para la diversificación”, añade el jefe de la asesoría de Cooperación Internacional de la AEB, Carlos Campelo. La cooperación en ciencia y tecnología será objeto de un seminario, con la presencia de la presidente.
El programa de cooperación entre chinos y brasileños tuvo que enfrentar un bloqueo de componentes sensibles por parte de los Estados Unidos, donde la ley de control en el tráfico de armas (Itar) prohíbe la venta de productos americanos con determinadas tecnologías pasibles de uso militar. Es fuerte la sensibilidad en el Congreso y en el Ejecutivo americanos contra la venta de componentes y artefactos electrónicos sofisticados a China y subsistemas creados en Brasil para el satélite binacional sufrieron retrasos y remodelaciones provocadas por el veto al embarque de componentes comprados y facturados de firmas americanas.
“No es simple, hay una lista de productos sujetos al Itar, pero ella es constantemente actualizada”, dice Vilella. La prohibición de compra de un componente puede exigir el rediseño de todo un equipamiento, como ocurrió con Opto, firma brasileña de artefactos ópticos para uso médico que, después de trabajar con el Centro Tecnológico de la Aeronáutica para desarrollo de misiles teleguiados, fue escogida, en competencia, para fabricar cámaras para los satélites chino-brasileños. “Hubo componentes que compramos, pagamos y, cuando iban a ser embarcados, el proveedor nos llamó avisando que no podría enviarnos el pedido”, dice el director-comercial de Opto, Antônio Fontana.
El veto americano acabó sirviendo de estímulo para desarrollo de tecnología nacional, “Itar free”, o libre de riesgo de embargo, como fue clasificada la cámara presentada el año pasado por la Opto, para el CBERS-3. Obligados a intercambiar componentes electrónicos por circuitos mayores, los técnicos de la empresa usaron el conocimiento en óptica para reducir el tamaño de las lentes de la cámara.
El programa espacial hoy responde por 30% a 50% de la facturación de la empresa, que llegó a poco más de US$ 70 millones en 2010. La tecnología desarrollada para el satélite ya fue usada en artefactos para uso médico, como el láser de uso oftalmológico.
Los retrasos en el programa espacial llevaron a la AEB a aprovechar equipamientos creados para el CBERS-2 para enviar al espacio, en 2007 el CBERS-2B, en lugar del CBERS-3, que se pensó en lanzar aún en 2009. El CBERS-3, primero en tener 50% de componentes hechos en Brasil, en las pruebas recientes, mostró problemas en uno de sus subsistemas, llamado por los técnicos “actitud”, que permite al satélite controlar la dirección en que son apuntados sus instrumentos. Fue uno de los motivos para decidirse por el aplazamiento de su colocación en órbita, para el 2012.
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25 de julio de 2011

Brasil pone la quilla de cuatro submarinos diésel S-BR

La ceremonia solemne de la puesta de la quilla de cuatro submarinos S-BR para la Armada de Brasil se celebró la víspera en el estado brasileño de Río de Janeiro, comunicó corresponsal de RIA Novosti.
Según la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, presente en la ceremonia, es una etapa importante del camino hacia tecnologías avanzadas que deben convertir a Brasil en una nación desarrollada. El contrato entre Brasil y Francia por valor de US$4.200 millones para construcción de cuatro submarinos diésel S-BR fue suscrito en 2008. Según el plan previsto, el primero de los cuatro se integrará a la Armada brasileña en 2017.

Según el Ministerio de Defensa del país, la experiencia y las tecnologías francesas ayudarán a Brasil a construir su primer submarino nuclear, cuya botadura está prevista para el año 2023.

Fuente: RIA Novosti


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