Publicado por Adán De Ucea Queralt on 16/04/12
Referencias: América Latina, Capitanich, Chaco, Comando Sur, Fernández Cristina, FpV, NEA, UNaSur, USA
De los disparadores y las preliminares
Bastante, aunque nunca suficiente, se ha expresado acá respecto al re-manido “Centro de Ayuda Humanitaria y Atención de Desastres”, saga que arrancó el 25 de marzo con “'Comando Sur' en el #Chaco” durante la plena instalación de la cuestionada Base en el Aeropuerto Internacional de Resistencia, Chaco.
Y antes de reformular conjeturas y conclusiones, tengo el impulso de compartir dos vivencias personales.
Una. Cuando, tras la hoy considerada demasiado larga distracción desinformada, empecé a tomar conciencia del emplazamiento de una Base -de lo que fuera- manejada por la Embajada en Buenos Aires o el mismísimo Comando Sur estadounidenses, confieso que la reacción instintiva fue de recelosa curiosidad. Luego, al empezar a indagar quienes disentían y quienes aprobaban -por considerar que unos son consuetudinarios alarmistas generalmente sin justificativos y otros, merecedores de mi confianza- fui volcando expectativas en las garantías brindadas por las legislaciones nacionales y provinciales y sobre las instituciones. Al tiempo en que aumentaban mis inquietudes y trataba de satisfacer interrogantes, ante cada averiguación y tras cada nuevo dato conocido, las alertas surgían cada vez más intensamente y así fui armando un probable escenario que abarcó desde la situación ideal hasta las eventuales implicancias de máximo riesgo.
Y otra. En ese vaivén sin rígidas posiciones fundamentalistas, pasé de dudar desconcertado intentando mostrar y analizar soportes desde todos los enfoques, a apoyar un inocuo y conveniente “Centro Humanitario de Atención de Desastres”, estimando que lo comandarían las Fuerzas de Seguridad junto a la Dirección de Defensa Civil y áreas de Salud y Servicios federales y provinciales. Luego, empecé a resistir el establecimiento de una “Base Militar de Infiltración de Contrainsurgencias”, ya casi convencido de que los Estados Nacional y Provincial prácticamente no tendrían injerencias reales y estarían pintados llegado el caso de una emergencia o, peor, si las actividades fueran de espionaje e infiltración. Así fue como, en diferentes instancias, las notas tuvieron difusión y adhesiones por parte del oficialismo más acérrimo, pasando por moderados lectores casuales y hasta los sectores más ligados aRebelión, Aporrea, Argen Press y Prensa Latina, por citar algunos medios intransigentes respecto al establecimiento del Centro en cuestión en el Aeropuerto de Resistencia. Y lo confieso ya que pienso que sería un secreto a voces: que referentes de “Libres del Sur” y la Fundación “Nelson Mandela” manifiesten haber considerado de buen modo las reflexiones hechas en este sitio -aún reprochando las recurrentes chicanas de estilo- no me dejó nada tranquilo y me invita a revisar posturas. No obstante, intentaremos hacer abstracción de ello.
Por lo tanto, como no buscamos congratulaciones ni la aprobación de nadie en particular, sino profundizar la búsqueda de antecedentes para evaluar con cierto rigor probables consecuencias, intentaremos redondear media docena de notas relativas a la Embajada de los Estados Unidos impulsando el Humanitarian Assistance Program (HAP), el cual, a esta altura y recurriendo a documentaciones de Cancillería y el Ministerio de Defensa de la Nación, no deja dudas que sería dirigido por el Comando Sur (USSC) desde la Junta Interamericana de Defensa (JID) en potencial combinación con otras Agencias Federales de USA, esperando francamente que lo que logremos tener más o menos claro se aproxime a la realidad. De eso se trata. De nuestra realidad.
De las emergencias y los desastres
Lo urgente y lo importante no es un dilema ni implican contradicción
Ya que se presenta el asentamiento del trillado Centro teniendo por objetivo la acción en emergencias, vale poner blanco sobre negro destacando que desde la glaciación a esta parte, esta región no sufrió ni leves terremotos ni arrasadores tornados. En la hoy Provincia del Chaco, las catástrofes más graves que pueden verificarse resultaron -desde lo sanitario- por alguna epidemia perfectamente previsible y -desde lo climático- tras alguna sequía prolongada o inundación episódica.
Lo importante es lo mismo que lo urgente o, al menos, debería serlo
Lo emergente y lo sumergido, aún antagónicos, tampoco son dilema
Por ejemplo, la epidemia de dengue en el invierno del 2008 hubiese resultado -si no cabalmente evitable- por lo menos controlable para atemperar consecuencias, de haberse operado sanitariamente de manera responsable ante los primeros casos aislados, diagnosticados y soslayados desde tres años antes durante la gestión de la Alianza “Frente de Todos” concluida en ese diciembre. No obstante, también es justo decir que -a pesar de cierta alarmista campaña mediática porteña- en la provincia no hubo ninguna muerte por dengue debido al eficaz operativo de Salud Pública coordinando con Defensa Civil y otras áreas estatales, si bien resultó implementado ya ante el hecho consumado.
Además, bien vale describir que la Provincia del Chaco cuenta con ríos de potentes caudales en los límites provinciales y otros menores surcando el territorio. Encima, el relieve es un plano inclinado casi perfecto con pendiente natural de noroeste a sudeste sin grandes elevaciones o depresiones. Por ello, transitando el Siglo XXI, resulta llamativo que aún no se hayan dispuesto los necesarios reservorios de agua pluvial y fluvial de desborde, ni pertinentes sistemas de riego canalizado que -mediando adecuados diseños- prácticamente no demandarían bombeo contra pendiente -así fuera en cooperación con organismos y consorcios rurales directamente interesados- o que no contemos con suficientes estructuras de contención para defensa ante inundaciones.
Parafraseando a Macri y los subtes durante la campaña del 2007: ¿Los chaqueños somos tan inútiles que no podemos hacernos cargo del manejo y la regulación del agua y de la prevención de enfermedades contagiosas?
Lo que emerge estuvo sumergido: es pertinente prevenir sus efectos
De los precedentes y las presunciones
Desarrollo: ¿el nuevo nombre de la paz?
Ya hemos referido al “Comando Sur” en notas anteriores, apuntando a las funciones teóricas difundidas, pero también recordando algunas actividades efectivamente desarrolladas como fuerza militar de espionaje, infiltración, contrainsurgencia y combate a lo largo del mundo. De hecho, su sitio web oficial es “www.southcom.mil” exhibiendo, sin simulaciones, el dominio “mil” (military). Asimismo, se enlazaron sitios que informan la dependencia, al menos financiera, de sus asesores y funcionarios con el Departamento de Defensa de los EEUU (USDoD) y se describió la coordinación de este poderoso Comando estadounidense -presentado con el eslogan de“Asociación para las Américas”- mediante la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), tal faceta humanitaria del organismo.
Para el desarrollo y la paz del Norte, es útil la dominante amenaza de la guerra latente
Paz y amor: ¿no a la guerra y la opresión?
Aunque se naturaliza que la burocracia es un vicio del viejo Tercer Mundo, las potencias también recurren a ella cuando pretenden enmarañar redes brindando funciones que confunden aviesamente las responsabilidades de cada una de las partes intervinientes. Por ejemplo, a la trama anterior se le agrega la vinculación con la JID, la cual constituye la Comisión de Seguridad Hemisférica del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OAS-OEA). Como corolario: Desde el período 1992-95 que la República Argentina no cuenta con representantes en el trípode de conducción del Consejo Permanente de la OAS-OEA. ¿Causa y efecto o el huevo y la gallina? ¿O de la serpiente?
Un eslogan humanitario para sostener la compleja perversión del violento amor bélico
Para la guerra, ¿siempre hacen falta dos?
Ya planteamos desde el inicio que: “Para quienes no conocemos en profundidad las maniobras encaradas desde Departamentos, Agencias y Oficinas estadounidenses creados entre el Plan Marshall y los inicios de la Guerra Fría funcionando hasta nuestros días, el desayuno de información puede caer indigesto. Si, además, consideramos la cooperación con las Fuerzas Armadas de los imperios septentrionales y la relacionamos con los descabellados fundamentos democráticos y pacifistas dictados desde la OTAN para invadir, tomar y oprimir naciones a lo ancho del globo, es inevitable y comprensible la preocupación ciudadana e institucional por el establecimiento del “Comando Sur” en el Aeropuerto Internacional de Resistencia, Chaco.”
Alcanza con uno que pretenda asegurar su paz con apremios o guerras preventivas
De las implicancias y las especulaciones
Alertas y alardes: perro que ladra…
A lo largo de las notas, se fueron desplegando las eventuales implicancias que advertían inexorables y sobre las que especulaban ciertos sectores de la ciudadanía y sus organizaciones sociopolíticas, las cuales en general fueron difundidas por sitios solamente alternativosnacionales y por medios masivos de comunicación locales y de otros países de Latinoamérica.
Una síntesis de las repicadas alertas más comunes puede verse en “Jorge Capitanich: ¿yankee y marxista?” del 1º de abril, donde -chicanas disparadoras de reflexión aparte- no se obvió agregar nuestras propias alarmas, si bien promoviendo claramente el consenso democrático y el funcionamiento republicano de las instituciones de los estados nacional y provincial y sin esquivar, tampoco, determinadas objeciones al tiempo que podían apoyarse algunas informaciones oficiales referidas al convenio con la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires. Con sensata y fundamentada preocupación, pero con la premura del caso y con consecuente confianza en el criterio de nuestros representantes.
… casi siempre asusta y, a veces, muerde
Suele ser peor es el que no ladra ni gruñe,
Otra alarma, no considerada suficientemente por los supuestos vigías de nuestra soberanía y absolutamente soslayada por la prensa cipaya vernácula, se vincula con las reglamentaciones impuestas por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) mediante el“Freedom of Information Act” (FoIA) elaborado desde el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (USDoJ), cuyos postulados se recomiendan leer en ambos sitios enlazados anteriormente: Reglamento de la USAID y Guía del USDoJ.
De todos modos, no hay que ser demasiado perspicaz para advertir que el objetivo concreto de las Actas legales y diplomáticas -de mínima y para este caso- consiste en facilitar actividades de inteligencia, logística y control que, sin dudas, desarrolla sistemáticamente el dominante país del norte bajo distintas mascaradas, ya sean Programas de Asistencia Humanitaria, promoción del Desarrollo Internacional y otros:
En claro, el FoIA protege “información comercial o financiera privilegiada o confidencial” y, con base en múltiples y complejas inmunidades, puede encubrir cualquier secreto vinculado con sus clandestinas y obviamente ilegales operaciones de inteligencia, hasta una vez ejecutadas. “La exención es lo suficientemente ambigua como para proteger a casi toda la información de la vista pública”, comentó el periodista Tracey Eaton tras recibir las argumentaciones diplomáticas que le denegaron un pedido de documentaciones acerca de las actividades desarrolladas en la “Freedom House” en Cuba, entre el año 2000 y 2007.
Otros casos similares, desde Irak hasta Bolivia o Paraguay, son de fácil conocimiento o, al menos, de accesibles conjeturas con muy bajo margen de error. El Freedom of Information Act: un clásico eufemismo primermundista. La libertad para disponer, generalmente con el aval de las autoridades locales, de franquicias legales para no estar cautivos de brindar informaciones -ni siquiera tergiversadas- relativas a sus espurias maniobras a lo ancho del planeta.
porque, seguramente, ese ataca en sombras
No es apropiado confiar en perros con bozal,
¿Cómo habrá sido nuestra mirada acerca de las probables consecuencias de la instalación del “Centro Humanitario de Atención de Desastres” o de la “Base Militar de Infiltración de Contrainsurgencias”, que nos valieron parciales apoyos y reproches de propios y extraños? ¿Habrá sido lo suficientemente abierta y abarcadora para empujarlos y empujarme hacia otra baldosa como condición necesaria para lograr una perspectiva más panorámica? De ser así, el objetivo resultó superado.
Volvemos sobre lo mismo: No intentamos plantear una Tesis inapelable, sino repensar preconceptos para vincularlos como hipótesis y antítesis. Mejor dicho: la intención fue y sigue siendo la de brindar lo teórico (anestésico y estático) con lo activo (estético y dinámico), “lo uno” y “lo otro”. De tal manera, apuntamos en conjunto a la síntesis (compleja y en tránsito), “la unidad” sin-tesis, resignificada como todo y no como totalidad.
sin estar seguros de que no sea de polietileno
Referencias: América Latina, Capitanich, Chaco, Comando Sur, Fernández Cristina, FpV, NEA, UNaSur, USA
De los disparadores y las preliminares
Bastante, aunque nunca suficiente, se ha expresado acá respecto al re-manido “Centro de Ayuda Humanitaria y Atención de Desastres”, saga que arrancó el 25 de marzo con “'Comando Sur' en el #Chaco” durante la plena instalación de la cuestionada Base en el Aeropuerto Internacional de Resistencia, Chaco.
Y antes de reformular conjeturas y conclusiones, tengo el impulso de compartir dos vivencias personales.
Una. Cuando, tras la hoy considerada demasiado larga distracción desinformada, empecé a tomar conciencia del emplazamiento de una Base -de lo que fuera- manejada por la Embajada en Buenos Aires o el mismísimo Comando Sur estadounidenses, confieso que la reacción instintiva fue de recelosa curiosidad. Luego, al empezar a indagar quienes disentían y quienes aprobaban -por considerar que unos son consuetudinarios alarmistas generalmente sin justificativos y otros, merecedores de mi confianza- fui volcando expectativas en las garantías brindadas por las legislaciones nacionales y provinciales y sobre las instituciones. Al tiempo en que aumentaban mis inquietudes y trataba de satisfacer interrogantes, ante cada averiguación y tras cada nuevo dato conocido, las alertas surgían cada vez más intensamente y así fui armando un probable escenario que abarcó desde la situación ideal hasta las eventuales implicancias de máximo riesgo.
Y otra. En ese vaivén sin rígidas posiciones fundamentalistas, pasé de dudar desconcertado intentando mostrar y analizar soportes desde todos los enfoques, a apoyar un inocuo y conveniente “Centro Humanitario de Atención de Desastres”, estimando que lo comandarían las Fuerzas de Seguridad junto a la Dirección de Defensa Civil y áreas de Salud y Servicios federales y provinciales. Luego, empecé a resistir el establecimiento de una “Base Militar de Infiltración de Contrainsurgencias”, ya casi convencido de que los Estados Nacional y Provincial prácticamente no tendrían injerencias reales y estarían pintados llegado el caso de una emergencia o, peor, si las actividades fueran de espionaje e infiltración. Así fue como, en diferentes instancias, las notas tuvieron difusión y adhesiones por parte del oficialismo más acérrimo, pasando por moderados lectores casuales y hasta los sectores más ligados aRebelión, Aporrea, Argen Press y Prensa Latina, por citar algunos medios intransigentes respecto al establecimiento del Centro en cuestión en el Aeropuerto de Resistencia. Y lo confieso ya que pienso que sería un secreto a voces: que referentes de “Libres del Sur” y la Fundación “Nelson Mandela” manifiesten haber considerado de buen modo las reflexiones hechas en este sitio -aún reprochando las recurrentes chicanas de estilo- no me dejó nada tranquilo y me invita a revisar posturas. No obstante, intentaremos hacer abstracción de ello.
Por lo tanto, como no buscamos congratulaciones ni la aprobación de nadie en particular, sino profundizar la búsqueda de antecedentes para evaluar con cierto rigor probables consecuencias, intentaremos redondear media docena de notas relativas a la Embajada de los Estados Unidos impulsando el Humanitarian Assistance Program (HAP), el cual, a esta altura y recurriendo a documentaciones de Cancillería y el Ministerio de Defensa de la Nación, no deja dudas que sería dirigido por el Comando Sur (USSC) desde la Junta Interamericana de Defensa (JID) en potencial combinación con otras Agencias Federales de USA, esperando francamente que lo que logremos tener más o menos claro se aproxime a la realidad. De eso se trata. De nuestra realidad.
De las emergencias y los desastres
Lo urgente y lo importante no es un dilema ni implican contradicción
Ya que se presenta el asentamiento del trillado Centro teniendo por objetivo la acción en emergencias, vale poner blanco sobre negro destacando que desde la glaciación a esta parte, esta región no sufrió ni leves terremotos ni arrasadores tornados. En la hoy Provincia del Chaco, las catástrofes más graves que pueden verificarse resultaron -desde lo sanitario- por alguna epidemia perfectamente previsible y -desde lo climático- tras alguna sequía prolongada o inundación episódica.
Lo importante es lo mismo que lo urgente o, al menos, debería serlo
Lo emergente y lo sumergido, aún antagónicos, tampoco son dilema
Por ejemplo, la epidemia de dengue en el invierno del 2008 hubiese resultado -si no cabalmente evitable- por lo menos controlable para atemperar consecuencias, de haberse operado sanitariamente de manera responsable ante los primeros casos aislados, diagnosticados y soslayados desde tres años antes durante la gestión de la Alianza “Frente de Todos” concluida en ese diciembre. No obstante, también es justo decir que -a pesar de cierta alarmista campaña mediática porteña- en la provincia no hubo ninguna muerte por dengue debido al eficaz operativo de Salud Pública coordinando con Defensa Civil y otras áreas estatales, si bien resultó implementado ya ante el hecho consumado.
Además, bien vale describir que la Provincia del Chaco cuenta con ríos de potentes caudales en los límites provinciales y otros menores surcando el territorio. Encima, el relieve es un plano inclinado casi perfecto con pendiente natural de noroeste a sudeste sin grandes elevaciones o depresiones. Por ello, transitando el Siglo XXI, resulta llamativo que aún no se hayan dispuesto los necesarios reservorios de agua pluvial y fluvial de desborde, ni pertinentes sistemas de riego canalizado que -mediando adecuados diseños- prácticamente no demandarían bombeo contra pendiente -así fuera en cooperación con organismos y consorcios rurales directamente interesados- o que no contemos con suficientes estructuras de contención para defensa ante inundaciones.
Parafraseando a Macri y los subtes durante la campaña del 2007: ¿Los chaqueños somos tan inútiles que no podemos hacernos cargo del manejo y la regulación del agua y de la prevención de enfermedades contagiosas?
Lo que emerge estuvo sumergido: es pertinente prevenir sus efectos
De los precedentes y las presunciones
Desarrollo: ¿el nuevo nombre de la paz?
Ya hemos referido al “Comando Sur” en notas anteriores, apuntando a las funciones teóricas difundidas, pero también recordando algunas actividades efectivamente desarrolladas como fuerza militar de espionaje, infiltración, contrainsurgencia y combate a lo largo del mundo. De hecho, su sitio web oficial es “www.southcom.mil” exhibiendo, sin simulaciones, el dominio “mil” (military). Asimismo, se enlazaron sitios que informan la dependencia, al menos financiera, de sus asesores y funcionarios con el Departamento de Defensa de los EEUU (USDoD) y se describió la coordinación de este poderoso Comando estadounidense -presentado con el eslogan de“Asociación para las Américas”- mediante la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), tal faceta humanitaria del organismo.
Para el desarrollo y la paz del Norte, es útil la dominante amenaza de la guerra latente
Paz y amor: ¿no a la guerra y la opresión?
Aunque se naturaliza que la burocracia es un vicio del viejo Tercer Mundo, las potencias también recurren a ella cuando pretenden enmarañar redes brindando funciones que confunden aviesamente las responsabilidades de cada una de las partes intervinientes. Por ejemplo, a la trama anterior se le agrega la vinculación con la JID, la cual constituye la Comisión de Seguridad Hemisférica del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OAS-OEA). Como corolario: Desde el período 1992-95 que la República Argentina no cuenta con representantes en el trípode de conducción del Consejo Permanente de la OAS-OEA. ¿Causa y efecto o el huevo y la gallina? ¿O de la serpiente?
Un eslogan humanitario para sostener la compleja perversión del violento amor bélico
Para la guerra, ¿siempre hacen falta dos?
Ya planteamos desde el inicio que: “Para quienes no conocemos en profundidad las maniobras encaradas desde Departamentos, Agencias y Oficinas estadounidenses creados entre el Plan Marshall y los inicios de la Guerra Fría funcionando hasta nuestros días, el desayuno de información puede caer indigesto. Si, además, consideramos la cooperación con las Fuerzas Armadas de los imperios septentrionales y la relacionamos con los descabellados fundamentos democráticos y pacifistas dictados desde la OTAN para invadir, tomar y oprimir naciones a lo ancho del globo, es inevitable y comprensible la preocupación ciudadana e institucional por el establecimiento del “Comando Sur” en el Aeropuerto Internacional de Resistencia, Chaco.”
Alcanza con uno que pretenda asegurar su paz con apremios o guerras preventivas
De las implicancias y las especulaciones
Alertas y alardes: perro que ladra…
A lo largo de las notas, se fueron desplegando las eventuales implicancias que advertían inexorables y sobre las que especulaban ciertos sectores de la ciudadanía y sus organizaciones sociopolíticas, las cuales en general fueron difundidas por sitios solamente alternativosnacionales y por medios masivos de comunicación locales y de otros países de Latinoamérica.
Una síntesis de las repicadas alertas más comunes puede verse en “Jorge Capitanich: ¿yankee y marxista?” del 1º de abril, donde -chicanas disparadoras de reflexión aparte- no se obvió agregar nuestras propias alarmas, si bien promoviendo claramente el consenso democrático y el funcionamiento republicano de las instituciones de los estados nacional y provincial y sin esquivar, tampoco, determinadas objeciones al tiempo que podían apoyarse algunas informaciones oficiales referidas al convenio con la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires. Con sensata y fundamentada preocupación, pero con la premura del caso y con consecuente confianza en el criterio de nuestros representantes.
… casi siempre asusta y, a veces, muerde
Suele ser peor es el que no ladra ni gruñe,
Otra alarma, no considerada suficientemente por los supuestos vigías de nuestra soberanía y absolutamente soslayada por la prensa cipaya vernácula, se vincula con las reglamentaciones impuestas por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) mediante el“Freedom of Information Act” (FoIA) elaborado desde el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (USDoJ), cuyos postulados se recomiendan leer en ambos sitios enlazados anteriormente: Reglamento de la USAID y Guía del USDoJ.
De todos modos, no hay que ser demasiado perspicaz para advertir que el objetivo concreto de las Actas legales y diplomáticas -de mínima y para este caso- consiste en facilitar actividades de inteligencia, logística y control que, sin dudas, desarrolla sistemáticamente el dominante país del norte bajo distintas mascaradas, ya sean Programas de Asistencia Humanitaria, promoción del Desarrollo Internacional y otros:
En claro, el FoIA protege “información comercial o financiera privilegiada o confidencial” y, con base en múltiples y complejas inmunidades, puede encubrir cualquier secreto vinculado con sus clandestinas y obviamente ilegales operaciones de inteligencia, hasta una vez ejecutadas. “La exención es lo suficientemente ambigua como para proteger a casi toda la información de la vista pública”, comentó el periodista Tracey Eaton tras recibir las argumentaciones diplomáticas que le denegaron un pedido de documentaciones acerca de las actividades desarrolladas en la “Freedom House” en Cuba, entre el año 2000 y 2007.
Otros casos similares, desde Irak hasta Bolivia o Paraguay, son de fácil conocimiento o, al menos, de accesibles conjeturas con muy bajo margen de error. El Freedom of Information Act: un clásico eufemismo primermundista. La libertad para disponer, generalmente con el aval de las autoridades locales, de franquicias legales para no estar cautivos de brindar informaciones -ni siquiera tergiversadas- relativas a sus espurias maniobras a lo ancho del planeta.
porque, seguramente, ese ataca en sombras
No es apropiado confiar en perros con bozal,
¿Cómo habrá sido nuestra mirada acerca de las probables consecuencias de la instalación del “Centro Humanitario de Atención de Desastres” o de la “Base Militar de Infiltración de Contrainsurgencias”, que nos valieron parciales apoyos y reproches de propios y extraños? ¿Habrá sido lo suficientemente abierta y abarcadora para empujarlos y empujarme hacia otra baldosa como condición necesaria para lograr una perspectiva más panorámica? De ser así, el objetivo resultó superado.
Volvemos sobre lo mismo: No intentamos plantear una Tesis inapelable, sino repensar preconceptos para vincularlos como hipótesis y antítesis. Mejor dicho: la intención fue y sigue siendo la de brindar lo teórico (anestésico y estático) con lo activo (estético y dinámico), “lo uno” y “lo otro”. De tal manera, apuntamos en conjunto a la síntesis (compleja y en tránsito), “la unidad” sin-tesis, resignificada como todo y no como totalidad.
sin estar seguros de que no sea de polietileno
Continuará en: “'Comando Sur' en el #Chaco: ID, ¿go home?”
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