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jueves, 17 de junio de 2010

Artículo de Descartes


A continuación transcribimos un artículo escrito por nuestro General Peron que en estos días que estamos transcurriendo cobra notable actualidad. Como verán nuestro General es profético en cuanto a los acontecimientos que como comunidad estamos viviendo. Quienes dirigen el gobierno nacional deben tomar conciencia de la urgencia de afianzar la unión latinoamericana en todos los aspectos, ya sean políticos, económicos y defensa antes de que sea tarde…


Confederaciones Continentales
(Artículo que el Presidente Perón publicó el 21 de diciembre de 1951 en el diario Democracia, con el seudónimo Descartes)

Varios estudiosos del siglo XIX ya habían predicho que al siglo de la formación de las nacionalidades, como se llamó a éste, debía seguir el de las confederaciones continentales. Europa y Asia, frente al peligro mutuo, han sido impelidas por las necesidades de su defensa a agruparse bajo el signo del dólar o el de la hoz y el martillo, respectivamente, formando verdaderas confederaciones imperialistas. Estados Unidos unifica sobre sí, frente a los mismos peligros, a todos los pueblos americanos de su continente del Norte, ligándolos en el destino común de su hemisferio con miras a una acción que abarque también a Europa.
Hace ya muchos años un brasileño ilustre que veía lejos, Río Branco, lanzó la idea del ABC, pacto político regional a tener proyecciones históricas. América del Sur, moderno continente latino, está y estará cada día más en peligro. Sin embargo no ha pronunciado aún su palabra de orden para unirse.
El ABC sucumbió abatido por los trabajos subterráneos del imperialismo empeñado en dividir e impedir toda unión propiciada y realizada por los nativos de estos países poco desarrollados, que anhelan gobernar y anexar como factorías de negros y mestizos.
El mundo se encuentra abocado a su problema de superpoblación. Su necesidad primaria es producir comida ya insuficiente. La lucha del futuro será económica, y en primer término por esa producción. Ello indica que una parte sustancial del futuro económico del mundo se desplazará hacia las zonas de las grandes reservas territoriales aún libres de explotación.
A la Tercera Guerra Mundial de predominio ha de suceder una carrera anhelante de posesión territorial y reordenamiento productivo. De ello se infiere que un grave peligro se desplazará sobre los países de mayores reservas territoriales aptas. La amenaza procederá de un imperialismo triunfante, cualquiera sea éste.
La nueva forma colonial de ocupación y dominio puede ser de asalto comunista o de penetración económica, que ya ha comenzado de diversas maneras sobre los países que componen el mundo libre. La batalla por esa nueva forma colonial se decidirá sin duda en el último cuarto del siglo XX.
El año 2000 llegará con ese signo o con el triunfo de las confederaciones continentales. También las luchas económicas impulsan a los pueblos a su agrupamiento en busca de la unidad económica. Al siglo XIX de la formación de nacionalidades, sucedió la lucha entre naciones en procura de predominios
regionales. Al cansancio de esa lucha ha de suceder la desaparición de rivalidades, odios y divisiones continentales. El mundo actual es indicio de ello. Se suceden las últimas acciones internas en Europa y Asia precursoras de esa unidad. Asistiremos luego al enfrentamiento más colosal de nuestros tiempos entre Asia unida contra Europa. Estados Unidos, como un anticipo del futuro, en nombre de los Estados Unidos de América del Norte, se unirá a Europa en la empresa Común.
Entretanto: ¿qué hacemos los sudamericanos? Vivimos en pleno siglo XIX pero estamos en el siglo XX, cuando el porvenir puede ser nuestro según las reglas del fatalismo histórico y geográfico, a condición de despertarnos a tiempo. El centro de gravedad de la civilización grecorromana se ha desplazado sin cesar hacia el Sur. Del Adriático al Mediterráneo, del este al Atlántico norte, de Europa a América del Norte.
El futuro ha de tocarnos a nosotros. Por lo menos estamos sindicados en el devenir histórico por la situación de tiempo y espacio. No sea que la hora llegue y nos pase lo que a otros, que tuvieron el mundo en sus manos sin saber qué hacer con él. Si nos preparamos para enfrentar las tareas del destino, es menester preparar a estos pueblos en la mística emergente de ese destino.
La unidad comienza por la unión y ésta por la unificación de un núcleo básico de aglutinación. El futuro mediato e inmediato, en un mundo altamente influido por el facto económico, impone la contemplación preferencial de este facto. Ninguna nación o grupo de naciones puede enfrentar la tarea que un tal destino impone sin unidad económica. El signo de la Cruz del Sur puede ser la insignia de triunfo de los países de la América del hemisferio austral.
Ni Argentina, ni Brasil, ni Chile aisladas pueden soñar con la unidad económica indispensable para enfrentar un destino de grandeza. Unidas forman, sin embargo, la más formidable unidad a caballo sobre los dos océanos de la civilización moderna. Así podrán intentar desde aquí la unidad latinoamericana con una base operativa polifacética con inicial impulso indetenible.
Desde esa base podría construirse hacia el Norte la Confederación Sudamericana, unificando en esa unión a todos los pueblos de raíz latina. ¿Cómo? Sería lo de menos, si realmente estamos decididos a hacerlo. Si esa confederación se espera para el año 2000, qué mejor que adelantarnos pensando que es preferible esperar en ella a que el tiempo nos esté esperando a nosotros.
Sabemos que estas ideas no harán felices a los imperialistas que dividen para reinar. Pero para nosotros los peligros serán tan graves desde el instante en que la Tercera Guerra Mundial termine, que no hacerlo será un verdadero suicidio.
Unidos seremos inconquistables, separados indefendibles. Si no estamos a la altura de nuestra misión, los hombres y pueblos sufriremos el destino de los mediocres. La fortuna nos ha de tender la mano. Quiera Dios que atinemos a asirnos de ella. Cada hombre y cada pueblo tienen la hora de su destino. Esta es la de los pueblos de estirpe latina. Nosotros los argentinos, preparados, estamos listos y esperamos. Si arrojamos la primera piedra es porque estamos exentos de culpa.

Fuente: http://www.causanacional.com.ar

jueves, 10 de junio de 2010

Integración de Sudamérica ya






Siguiendo el pensamiento de nuestro general Perón es necesario e imprescindible no perder mas tiempo y afianzar la UNASUR para que los pueblos latinoamericanos nos fortalescamos ya para hacer frente a todos aquellos poderes imperiales que estan listos para apropiarse de todos nuestros recursos.
A continuación reproducimos un análisis muy aleccionador de las ideas que alentaron a nuestros padre de la Patria Grande segun nuestro hermano uruguayo Alberto Methol Ferré.




América del Sur:

De los estados-ciudad al Estado Continental Industrial
por Alberto Methol Ferré
Conferencia organizada por el
FORO SAN MARTÍN PARA LA INTEGRACIÓN DE NUESTRA AMÉRICA,
Centro Cultural Hernández Arregui, Buenos Aires, Julio 12 de 2002

Soy un uruguayo, es decir, un argentino oriental; ustedes son argentinos occidentales. Por eso no voy a hablar sobre aspectos o anécdotas de la política interna de ustedes, porque en eso me enseñan a mí, pero si hacer una reflexión sobre el marco general que nos abarca a todos, para procurar entender qué nos está ocurriendo.

Porque las protestas, los cacerolazos, si no tienen una arquitectura y un horizonte que les permita la comprensión del acontecer y sus hitos esenciales, es una acción sin rumbo y que se va a perder en mil esfuerzos dispersos. Solamente un pensamiento unificado, arraigado en nuestra historia, hijo de nuestra historia, permitirá reencontrar rutas reunificadoras.

Lo que voy a hacer hoy va a ser un retomar algunas ideas de un argentino que ustedes y yo estimamos mucho, y que pienso no han sido desarrolladas nunca suficientemente en la Argentina. Me refiero a las ideas de Perón, que repitió en varias oportunidades, respecto a tres etapas históricas fundamentales: los ³estados-nación², los ³estados continentales² y finalmente el horizonte último, un ³estado mundial². Ése era para Perón el marco básico de los siglos XX, XXI y quizás del XXII. Él sostenía que ahora estábamos en el pasaje de los estados-nación a los estados continentales, y que esos era la política mundial hoy; luego vendría el pasaje de los Estados Continentales al Estado Mundial. Entonces, reflexionando sobre ese acontecer, decía aquello de ³el año 2000 nos va a encontrar unidos -o sea, con un estado continental- o dominados², porque en su pensamiento estaba que aquellas naciones que no lograran conformar un ³estado continental² iban a desaparecer como centros de autonomía. Pienso que la historia hoy nos muestra que estamos en la batalla fundamental para el gozne entre la nación, las ³nacioncitas² de América del Sur, y el estado continental de América del Sur. Lo vamos a explicar en esta noche en forma muy rápida y esquemática.

¿Cómo y cuál es la realidad hoy, de los estados-nación? Está el órgano mundial de las Naciones Unidas, y la idea del estado-nación es la idea que se usa para todos los acontecimientos que hoy acaecen en la historia. El conjunto de todas las sociedades públicas se llama ³Naciones Unidas². Hay, según parece, 194 estados-nación en las Naciones Unidas. 194.

En esas 194 está la China, el Uruguay, el Paraguay, los Estados Unidos, están las islas de Jamaica o Madagascar... Hay la multiplicidad más enorme de dimensiones y situaciones, para las que se usa el mismo concepto de ³estado-nación². Pero evidentemente si yo digo ³Hay 194 estados-nación en el mundo actual², digo algo que hace ininteligible al mundo contemporáneo, porque estoy aplicando el mismo nombre a elefantes, gorriones y moscas, a una diversidad de situaciones tan heterogénea que el nombre resulta completamente equívoco. Decir que los Estados Unidos es una nación, decir que la isla de Santo Domingo son dos naciones, hace que la idea de ³nación² se vuelva casi inusable para interpretar ningún acontecimiento. Entonces es indispensable hacer un discernimiento mínimo de ciertos tipos básicos de naciones.

En esos varios tipos de naciones podemos discernir, en el arranque, en el proceso de la historia, cuales fueron los Estados-Nación que se convirtieron en ejemplares en el mundo. ¿Cúales son? Fue en el centro mundial europeo, en el momento en que Europa era el centro unificador del mundo, y que comenzaba la revolución industrial, que apareció el primer estado nación arquetípico que fue Inglaterra, Gran Bretaña. Al iniciarse el siglo XIX, o sea en el momento de las luchas por la Independencia, emergía el primer gran estado-nación industrial del mundo, que iba a ser el poder hegemónico y paradigma de la modernidad. El segundo estado que se convierte en estado-nación industrial, en la primera mitad del siglo XIX, es Francia. Inglaterra y Francia se convierten así en los modelos del estado-nación industrial emergente. Por eso el primer gran economista de la sociedad industrial va a ser un inglés, David Ricardo, con su célebre obra Principios de Economía Política de 1817 ¬en plena lucha de nuestra emancipación-, y la primera reflexión orgánica sobre una sociedad industrial va a ser de un francés, Claudio de Saint-Simón, en su obra El sistema industrial de 1821. Ricardo y Saint-Simon, entonces, son el comienzo de un nuevo tipo de pensamiento, sobre un nuevo tipo de sociedad emergente y protagonista en el mundo. Los que no fueran estados-nación industriales iban a ser el coro de la historia, los comentadores de la historia, los receptores de la historia hecha por otros. Para ser protagonistas en la historia había que ser al estilo de la sociedad inglesa y luego la francesa. Primera mitad del siglo XIX.

Durante la segunda mitad se da la gran lucha alemana e italiana por la ³unidad nacional². Para generar un gran estado industrial, Bismarck va a culminar la unidad alemana que había sido aprontada por el Zollverein, la unión aduanera entre los micro estados alemanes. Esa unidad permite el gran salto industrial de Alemania, que al término de la era de Bismarck se ha convertido en la primera sociedad industrial de Europa, mayor que la inglesa. Y en Italia, en forma menor, los industriales del norte, de Milán, de Turín, del Piamonte, generan la unidad italiana para ampliar su mercado y poder irrumpir en la lógica de los Estados que podían llegar a ser protagonistas de la historia. Si no, se era Estado del coro. Los enanitos del coro. Luego viene, a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, un quinto Estado, esta vez en Asia. Es la irrupción novedosa de Japón, que inicia en el Asia el primer gran estado-nación industrial. Es un acontecimiento insólito en la época.

Hay, pues, cinco grandes estados-nación industriales que irrumpen en el siglo XIX como los dinamizadores. Estos cinco estados forman parte hoy del Club de los Siete. O sea, que entre los siete países más ricos del mundo, más industriales del mundo, están los cinco que entraron al nivel de estado-nación industrial en el siglo XIX. Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Japón.

Pero hete aquí que en ese mismo siglo va a ir apareciendo un nuevo Estado al margen del centro mundial de poder. Ese estado al margen del centro es un estado de dimensión insólita, lograda a través de una capacidad expansiva insólita, que durante el siglo XIX hace su expansión hacia el oeste: los Estados Unidos de Norte América. Con esa expansión, y con la victoria del norte industrial sobre el sur esclavista y agrario, a partir de 1865 se empieza a engendrar un nuevo, y gigantesco, estado-nación industrial. Que llega de océano a océano, porque ocupa gran parte de México: Texas, Nuevo México, California. Y ahí aparece la visión de Ratzel. Federico Ratzel es un antropólogo alemán y el fundador intelectual de la geopolítica alemana. A Ratzel lo envían a Estados Unidos en la década de 1870, o sea en pleno despegue industrial de los Estados Unidos, y fruto de su viaje escribe, en 1880, Los Estados Unidos de Norteamérica. Ratzel se siente allí como Liliput en el país de los Gigantes. Por ejemplo, él admiraba la eficacia de los ferrocarriles alemanes, y se encuentra que los Estados Unidos están atravesados por tres o cuatro líneas transcontinentales que van del Océano Atlántico al Océano Pacífico; y unas locomotoras que eran dos o tres veces más potentes que las locomotoras alemanas, porque para atravesar el continente entero en forma rentable la locomotora tenía que arrastrar muchos más vagones. Entonces ve todo lo europeo pero en proporciones gigantescas. Nacen los rascacielos, cuantitativamente todo adquiere dimensiones fantásticas. Ratzel es impactado hondamente por esta realidad. Estados Unidos culmina el ciclo interno de su industrialización al completar su marcha hacia el oeste, alrededor de 1890. Ha cumplido la etapa de colonización interna sin incomodar a ninguna potencia, ya que todas estaban por entonces en Europa. La única víctima había sido México. Entonces ese nuevo actor, en las márgenes del centro de poder mundial, llega a los dos océanos y comienza, con el Almirante Mahan, con Theodore Roosevelt, el primer Roosevelt, la priorización del Océano. Tomar relación con el océano es tomar relación con el mundo. ³Pensar el océano² es ³pensar el mundo², porque casi las tres cuartas partes de la tierra son la masa marítima oceánica. De manera que los cowboys empezaron a transformarse en marines; o sea, a tener preocupaciones mundiales. Los primeros que expresan ese cambio, Mahan, Roosevelt, Henry Cabot Lodge y otros, son llamados -porque es el término que se populariza en la época- los ³imperialistas². Porque miraban el mundo por primera vez, eran yankees que miraban el conjunto del mundo; antes no había ocurrido; antes era el asunto del Far West, una marcha interna. Ahora empieza la externa. Esa es la razón del conflicto con España, en Cuba y Filipinas, es la razón de la creación de Panamá, para la construcción del canal. Porque de ese modo Estados Unidos supera el problema de la comunicación marítima de sus dos litorales. El canal de Panamá le permite una comunicación inmediata y la posibilidad de tener la máxima presencia tanto en uno como en otro océano. Por ello también sobreviene la anexión, en el mismo año de la Guerra de Cuba, 1898, de Hawaii. Hawaii había sido invitada a la primera Conferencia Interamericana de 1898, cuando era independiente, pero en el año 1898 la anexan como camino a Oriente y camino a las Filipinas, que va a ser su base estratégica entre el sudeste asiático, la China y el Japón, en el corazón del Extremo Oriente.

Todo ese proceso llama finalmente la atención de Europa, y Ratzel escribe sobre esto, que es decir sobre el mundo, sobre la geopolítica mundial. En esencia, Ratzel dice: la era de los estados-nación industriales, que ha sido el siglo XIX, ha sido derogada sustancialmente, porque de ahora en adelante, el siglo XX, va a ser la ³era de los Estados Continentales Industriales². De ahí le viene a Perón esa idea, que paradojicamente ningún argentino se ocupó en saber de dónde venía y por qué venía. Era un rótulo, pero no pensamiento, para la mayoría de sus propios compatriotas. Entonces Ratzel llega a la conclusión de que Europa está ³liquidada², porque Alemania no puede enfrentar a Estados Unidos, Inglaterra tampoco, Francia tampoco. ¡Son paisitos! Estados Unidos implica varias Alemanias, Francias, Inglaterras. ¡Ninguno puede con la escala de Estados Unidos! ¡Todos son secundarios!

Se terminó el poder de Europa, se terminó Europa. Lo dice Federico Ratzel, que murió en 1904 y que advierte entonces: si Europa no se une y forma un nuevo Estado Continental, no va a tener ningún protagonismo más en la historia. Va a tener la ilusión, conservará la ilusión de que es todavía protagonista, pero en esencia hay otro que ya es más que ella entera. Así que de la forma en que venía Europa, era perder el tiempo. Y se interroga más: ¿Quién podrá hacerle frente a este poder continental que abre la ³era de los estados continentales²? Si Europa se une y forma una ³Unión Europea², en una de esas puede. Pero hay que inventar un nuevo tipo de nación; si no, es la muerte. Y percibe que puede aparecer otro competidor: Rusia. Rusia había comenzado, en la década de 1890 su despegue industrial, en algunas zonas básicas. Se mantenía igualmente como un gigantesco mundo campesino, pero al comenzar la Primera Guerra Mundial el producto industrial de Rusia era levemente mayor que el de Francia. Eso no se percibía con facilidad debido al gigantesco mundo campesino que envolvía esos núcleos industriales, y por ello parecía mucho más atrasada de lo que estaba. Y Ratzel concluye que si Rusia lograba mantener una industrialización acelerada, y unificaba las múltiples etnias que integraban el Imperio, entonces podía constituirse en el único poder continental capaz de enfrentar a los Estados Unidos de Norte América. Y nadie más. Cuando dijo todo esto, anunció la lógica de la historia del siglo XX que hemos vivido todos nosotros. La anunció al comenzar el siglo. Los Estados Unidos, que para Ratzel eran ya el poder máximo, pero virtual aún, a principios del siglo XX, iban a lograr fructificar esa virtualidad de ³primer estado continental industrial², recién en la Segunda Guerra Mundial. Tardaron cincuenta años en hacer público y notorio, ante el mundo entero, que eran el máximo poder mundial.

En ese mismo instante del novecientos aparece la primera generación en América Latina que empieza a repensar la unidad continental. Es la generación de José Enrique Rodó, de Manuel Ugarte, de Rufino Blanco Fombona, de Francisco García Calderón, de la que luego derivarán Perón y otros. Estos del 1900, sin la percepción orgánica y sistemática de Ratzel, vieron lo mismo. O sea, advirtieron la emergencia del poder de los Estados Unidos, que se hace visible en la guerra de Cuba de 1898, y dijeron: ŒEstados Unidos es el nuevo paradigma del poder; o los enanitos que nos hemos repartido en la crisis del Imperio Español hacemos la Patria Grande unificada, o estamos fritos¹. Es decir, no con la nitidez de Ratzel, con el armazón intelectual de Ratzel, pero los latinoamericanos del 900 sienten y perciben lo mismo: que las patrias chicas y enanas del sur no iban a ser nada si no se unían. Y entonces afirman que tenemos que pasar de los ³Estados Desunidos del Sur² a los ³Estados Unidos del Sur². Y ésa es la tarea que propone esa generación, en que por primera vez se repone -contemporaneamente a Ratzel- una política continental latinoamericana, para superar lo que para ellos era el enanismo de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, todos países enanos.

El primero que escribe de estas cosas es Rodó, con el Ariel, que aparece en 1900. Es muy interesante. Rodó en el Ariel habla como el profesor universitario que le dice a sus estudiantes: cada generación necesita acuñar un mensaje nuevo, responder a una nueva necesidad de la historia, y yo quiero ayudarlos a pensar qué idea nueva pueden aportar ustedes a la historia. Esa idea, que era su obsesión ya de años antes, es la unidad moral e intelectual de América Latina. Y les advierte a esos muchachos, que son el público imaginario de su libro: si no vamos hacia la unidad de América Latina, no vamos a salir del polvo de la historia; vamos a no ser, definitivamente. Es decir, les señaló a los jóvenes nada más que un horizonte nuevo, porque ellos no sabían ni la historia de América Latina. Todos habían nacido en, y conocían la historia del Uruguay solo, la historia del Paraguay solo, de la Argentina sola. Porque todo ocurrió para que la Argentina fuera sola, para que el Uruguay fuera solo, para que Chile fuera solo, para que Ecuador fuera solo. Y él dijo ¡no! ¡Tenemos que repensar todo! Desde la unidad. Eso se había interrumpido desde 1826, con fracaso de Bolívar en confederar el conjunto de las repúblicas emergentes y fundar lo que él llamaba una Nación de Repúblicas Confederadas. Entonces esta reposición de la tarea unificadora se inicia en Montevideo, por inspiración de Rodó, con la realización, en 1908, del Primer Congreso Estudiantil Latinoamericano. Llegan estudiantes del Perú, de Chile, de la Argentina, de Brasil, del Paraguay, y es el comienzo de la organización de las juventudes latinoamericanas, promovido por Rodó. Él sólo podía persuadir a los que no eran adultos. Porque los adultos estaban en otro mundo, el mundo agroexportador hacia Europa. El Uruguay iba hacia Europa, la Argentina iba hacia Europa, Chile iba hacia Europa, nadie se comunicaba entre sí. No teníamos vínculos económicos serios entre nosotros. Recién los empezamos a tener a fondo hace quince años. A fondo, hace quince años. Antes no. Todos nos habíamos afirmado haciéndonos extraños del vecino; lo que no debíamos conocer era al vecino; más bien debíamos diferenciarnos del vecino. El vecino era el malo, el idiota, y yo era el bueno. Y como éramos tan iguales, tuvimos que inventarnos un conjunto de enemistades vecinales, como las peores aldeas. Aldeanos insoportables.

Este proceso que estoy describiendo fue muy claro, y se dió inicialmente entre el año 1900, en que aparece el Ariel, y el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. El argentina Manuel Ugarte es el primero que ofrece una síntesis, histórica y política, del conjunto de América Latina, en el libro El porvenir de la América Española, publicado en 1910. hasta entonces, en pleno siglo XX, no había ninguna visión de conjunto de América Latina. Era la primera vez que alguien se ocupaba de pensar el conjunto. Al año siguiente, 1911, apareció La evolución política y social de Hispanoamérica, del venezolano Rufino Blanco Fombona. Blanco Fombona le pidió además a Rodó que escribiera un Simón Bolívar; y Rodó, por esas cosas exóticas, ya que ni la acción ni la influencia de Bolívar llegaron nunca al Uruguay, había hecho composiciones sobre Bolívar desde los once o doce años. Y Rodó hizo entonces su Bolívar, el unificador del sur, en 1912. El mismo año de 1912 se publica Las democracias latinas de América del peruano Francisco García Calderón, y al año siguiente La creación de un continente, dos obras extraordinarias donde ya el tema de la unidad va adquiriendo más forma; a punto tal que García Calderón termina insinuando que quizás el destino unificado de Sudamérica esté en la emergencia nueva de Argentina y Brasil. En vísperas de la Primera Guerra Mundial, la generación del 900 había alcanzado la primera visión totalizante de América Latina.

En abril de 1918 Manuel Ugarte es el único orador en el acto inaugural de la primera gran organización estudiantil, la Federación Universitaria Argentina, la FUA. Dos o tres meses después estalla la Reforma Universitaria en Córdoba, que le brinda nueva dinámica al proceso iniciado con el Ariel, dando cauces institucionales al movimiento juvenil universitario latinoamericano. El estudiantado es, entonces, el primer heredero del latinoamericanismo. Y lo pudo ser, digamos, por las ³idealidades². ¿Por qué? Porque los adultos, la gente ³seria², pensaba de otro modo. En todo caso, alguno se habrá pegado un susto al escuchar al hijo hablando de la ³unidad²... con los países sudamericanos. Y dirían cosas como ³¡Estos chiquilines no saben que no tenemos vínculos ni con Chile ni con Bolivia! ¡Perder el tiempo! ¡Hay que ir a París, a Londres, a New York! No sean bobetas, nosotros tenemos vínculos con los importantes; ustedes ¿qué quieren con otros enanos inferiores? ¿Para qué?².

Pero el río siguió, y fue del mundo estudiantil que surgió la gran marea nacional populista. También fue de ese mundo que surgieron las primeras visiones políticas de la industrialización de América Latina, con el gran teórico inicial que fue Víctor Raúl Haya de la Torre y la Alianza Popular Revolucionaria Americana, el APRA. Haya de la Torre es la primera teorización general para superar las ³polis oligárquicas² de América Latina. Polis oligárquicas, porque lo que se llamaron ³naciones², en América Latina, fueron rótulos. Eran rótulos de algo que en realidad se trataba, tan sólo, de un conjunto de ³ciudades antiguas². Porque el Imperio Español se descompone al iniciarse el siglo XIX, en un conjunto de ³ciudades-estado antiguas². Son ciudades-estado antiguas que controlan un enorme hinterland, inimaginable para ningún europeo; pero eran ciudades-estado del tipo mediterráneo, formadas por comerciantes, terratenientes, y artesanos, y el resto eran los ilotas. No votaban ni eran nada en el orden de la polis. Nada. Cuando en el Œ900 Rodó hace el Ariel, en la Argentina Juan Agustín García escribe La ciudad indiana, que es la primera obra importante sobre las ciudades americanas durante la época hispana. Y cuando uno lee esa obra, se da cuenta de que Juan Agustín García, al analizar la ³ciudad indiana², lo único que hace es trasladar todas las categorías de análisis de Fustel de Coulanges. De Coulanges fue un gran pensador francés que treinta años antes había escrito una obra memorable, La ciudad antigua, donde narra el surgimiento de la polis en Grecia y de la ciudad en Italia, es decir, de la ciudad mediterránea.

Pues, eso éramos nosotros. Estados-ciudad antiguos, que controlaban espacios gigantescos agroexportadores. Pero no industriales. Todo parecido con una sociedad industrial era una casualidad. Por eso yo llamo al Centenario de la Argentina, en el año 1910, ³el canto del cisne de la ciudad antigua². Era una ciudad anacrónica en sus bases, enormemente rica, si, pero una riqueza que carecía de toda potencialidad porque todos los inventos eran de otros. Los inventos de la modernidad eran de otros. Acá, los grandes estancieros lo único que podían hacer era llevarse en el transatlántico una vaca para ordeñarla durante el viaje, para que la nena tuviera leche fresca. Y no podíamos exportar ninguna cosa con valor agregado suficiente. Ese era el fondo de la cosa. Con una gigantesca renta agraria comprábamos los objetos de la modernidad, teníamos la mímica de la modernidad, pero nada más que la mímica. Ese es el fondo de la cuestión.

Entonces hubo gente que se propuso convertir la mímica en realidad, y fue el surgimiento de las tres consignas básicas que yo intento sintetizar del nacional populismo latinoamericano, que se ha convertido en una palabra peyorativa de los sociólogos académicos, de los yanquees o antes de los rusos. El ³populismo² era decretado inferior. Pero es el único pensamiento importante que surgió en América Latina desde sí misma, y generó a Haya de la Torre en Perú, a Vargas en Brasil, a Perón en Argentina, a Ibañez en Chile, a Lázaro Cárdenas en México, a Rómulo Betancourt en Venezuela. Fue la primera oleada del nacional populismo en las viejas sociedades agrarias, cuya esencia era una ciudad antigua que domina el hinterland agrario que le rodea. Entonces, en realidad, es la República de Montevideo, no el Uruguay; es la República de Buenos Aires controlando el hinterland, un inmenso hinterland; y la república de Santiago de Chile, y así siguiendo. Donde las oligarquías controlaban todo. Bolívar los llamaba ³los potentados que nos dividen². Las ciudades potentadas del mundo agrario o minero exportador.

Entonces comienza la gran lucha por ³democratizar², que es la primera consigna del populismo. Pero para democratizar había que ³industrializar², porque las sociedades agrarias no daban ocupación y empleo a la multitud. Entonces había que industrializar, que es la segunda consigna del populismo. Pero para industrializar los mercados eran ridículos, chiquititos. Argentina, la Argentina que Perón lucha para industrializar entre 1945 y 1955, tenía diecisiete millones de habitantes. Y Ratzel había dicho, en el Œ900: la Alemania de sesenta millones, superindustrial, ya no juega más el partido, porque no puede con los Estados Unidos... Entonces, ¿qué íbamos a industrializar?

Se trataba entonces de crear un mercado de escala, y ahí aparece el tema de la unificación, que es la tercera consigna del populismo sudamericano. Entonces, para democratizar había que industrializar, o sea ciencia y tecnología, y para eso había que ³integrar². Esos temas centrales son todo el nacional populismo naciente, la primera ola del nacional populismo, hecha todavía en los ³países-parroquia². Porque aunque añorar la integración, industrializan sustituyendo importaciones. Esto fue necesario, inevitable, pero a la vez la sustitución de importaciones se volvió un obstáculo a superar para la integración. Los microproteccionismos iban a dificultar el entendimiento con los países de al lado, y por último se iban a convertir en el gran freno de los intentos integradores de los años sesenta. De modo que nuestras naciones, Uruguay, Argentina, Perú, Venezuela, eran en realidad polis oligárquicas, ciudades antiguas que acotaron un gran espacio vacío, casi vacío, para el lobby agrario-minero-exportador. Y fuimos las últimas ciudades antiguas hasta la gran crisis mundial de 1929. No hubo antes ningún país con industrialización suficiente como para que esa industrialización incidiera en la vida del país hondamente. Eso empieza después de la crisis del Œ29. Ahí empieza la gran lucha por la generación de la sociedad industrial. Pero entonces todos los líos de entrecasa también juegan su papel. Porque les digo que Raúl Prebisch propone en la CEPAL -o sea, a escala de América Latina- lo que Perón hizo en la Argentina. Pero Prebisch, como sus amigos los socialistas independientes, estuvieron contra Perón, y él se hizo antiperonista. Es decir, se colaron los asuntos de la aldea, porque en las esencias, Prebisch y Perón significan lo mismo. Era el efecto de la lucha por la industrialización argentina que repercutía en el conjunto de América Latina.

Pero Perón representó, dentro del populismo latinoamericano, un nuevo paso, totalmente distinto de lo anterior. Porque Perón, en 1951, busca la alianza de Argentina y Brasil, pensando que la unión debe comenzar con un núcleo básico de aglutinación. Él decía, exactamente -permítanme que lo cite textualmente, de un librito sobre Perón que publiqué hace dos años-: ³La unidad comienza por la unión, y esta por la unificación de un núcleo básico de aglutinación². Para él, la alianza argentino-brasileña era ese núcleo básico de aglutinación de América del Sur. O sea, da un salto enorme con relación a todo el latinoamericanismo anterior: señala el camino principal. El pobre Rodó nos dijo: en el horizonte está la Patria Grande; pero no dejó táctica, no dejó estrategia, sólo dejó el horizonte. Después otros fueron elaborando ese horizonte, y empezaron a corporizarlo en otras cosas, otros pensamientos, y de ahí surgen los nacional-populismos. Pero Perón es el primero que indica un camino a seguir, el primero que transforma eso en una política sudamericana. Porque si no hay discernimiento de lo principal y lo secundario, es decir, si no se descubre y propone el camino principal de acceso a lo que se busca, distinguiéndolo de los caminos secundarios -que pueden auxiliar al camino principal pero que no conducen a realizar lo que se propone- entonces se marcha a los tumbos.

El camino constituye el alma de la realización del destino. Ese es el salto que logra dar Perón. Él dice: el camino fundamental para los Estados Unidos de América del Sur -él usa simbolicamente ³América Latina² y politicamente ³América del Sur², pero eso es otro punto que no voy a tocar ahora- es el entendimiento de la Argentina con Brasil y con Chile, para generar un poder biocéanico.

Perón apela a Ibáñez. Ibáñez, siendo presidente de Chile en 1928, había llamado a Alejandro Bunge, uno de los primeros argentinos que batalló por la industrialización, desde la Revista de Economía Argentina, fundada por él en 1918, y desde la cual proclamaba la necesidad de unificar el cono sur hispanoparlante a través de un pacto regional. Entonces Ibáñez lo llama en el ¹28, porque quería hacer una unión aduanera -reparen en la fecha ¡1928!- con Argentina y los países hispanoparlantes del sur, Bolivia, Paraguay y Uruguay. No con Brasil. O sea que Ibáñez era un hombre con antecedentes y se daba cuenta que Chile solo era muy poquita cosa. Y hoy, Chile, siendo el único exitoso de América del Sur, sigue siendo demasiado poquita cosa, porque todos somos muy poquita cosa. Yo lo sé hace muchos años, ustedes están aprendiéndolo recién ahora. Lo lamento. Pero Perón ya lo sabía hace cincuenta años. Yo lo aprendí de él, por eso estoy acá. Yo lo aprendí de él, pero la mayoría no lo aprendió de él, ésa es la verdad, y ahora, si no lo aprenden están fritos. Ahora tienen que aprenderlo, porque ahora es como él lo previó: ³unidos o dominados². Si les gusta, bien, es un lío gordo, hay que pensarlo mucho y estructurar muchas cosas. Es una tarea ardua y difícil. ¡Ah sí!, las grandes tareas son arduas y difíciles; y nosotros estamos demasiado acostumbrados a la facilidad.

Siguiendo con la idea de Perón, la unificación tiene reglas y procedimientos. La Unión Europea no surge de la alianza entre Italia, Suecia y España, por poner un ejemplo. Eso podría ser una aventura simpática o un antecedente, pero la Unión se produce sólo cuando se unen Alemania y Francia, que son los países que destruyen dos veces a Europa entera. Esos sí pueden generarla, ésos son los únicos que la pueden unificar. Y eso lo percibieron Monet, Schuman, Adenauer, De Gasperi; todos ellos dijeron: se avanza en la unidad por el camino de la alianza franco-alemana, y sólo por ahí, porque ése es el camino principal. Y Perón descubrió que el camino de la unidad necesaria de América del Sur -no de la Argentina y Brasil, de América del Sur- era ése, y planteó ése camino. Puso la manzana para que se mordiera. Entonces ocurrió que él no pudo, porque los amigos del Norte actuaron de forma tal que generaron la resistencia a la idea. Hubo un discurso de Perón a los altos mandos, es septiembre de 1953, que se hizo célebre, porque fue publicado en Montevideo poco después por un exiliado argentino, ³antiimperialista² él, bajo el título ³El Imperialismo Argentino². Ahí fue cuando yo lo conocí, y conocí estas ideas de Perón, que para mí fueron la revelación de su pensamiento, ¡y me embromé hasta hoy! Tuve por lo menos la fortuna de embromarme bien, pero estas ideas ¡en Uruguay!... No me pasó nada por indulgencia y pena de mis compatriotas.

Digamos entonces que ése es el cortocircuito básico de América del Sur. Y finalmente sucedió. Comenzó con Alfonsín y Sarney. Porque así es la historia: alguien que había estado en los comandos antiperonistas en 1955, en 1985 inicia lo que el otro anunció pero no pudo hacer. Porque la cuestión es que se diera el ³cortocircuito². Y luego vinieron Menem y Collor, y lo continuaron. Y sobre esto quiero dejarles un símbolo para recordar, porque se podría conversar muy largamente sobre el proceso, pero no nos daría el tiempo. Cuando a la señora Madeleine Albrigth, Secretaria de Estado del ex Presidente Clinton, la llaman al Senado y le preguntan ¿qué piensa del Mercosur?, esta señora responde -la Secretaria de Estado de Estados Unidos-: ³Fue una distracción². ¿Cómo pudo suceder? Porque sucedió en el momento en que se cayó la Unión Soviética. Nada menos que el enemigo principal de los EEUU; y se armó una polvareda mundial, nadie sabía como iba a quedar el escenario cuando el polvo decantara. En esa desorientación circunstancial, en medio de esa polvareda, dos ³loquitos² se le unen, y armaron una ³pelota² distinta; cuando repararon en el hecho, ya estaba consumado. Y empezó a marchar.

Y aquí estamos. Les aclaro que no soy antinorteamericano; yo soy pro-unidad de América del Sur. Podríamos hablar sobre las diferencias en la historia de México, de América Central, de las Antillas, con la historia de América del Sur. Podríamos hablar mucho sobre esto. En su origen el norte era basicamente el Virreynato de México y toda la América del Sur española era el Virreinato del Perú. Nosotros fuimos peruanos hasta 1776, cosa que hemos olvidado prolijamente, a pesar de que el Virreynato del Río de la Plata fue un suspiro. Entonces éramos todos peruanos, desde arriba hasta abajo.

En mi opinión se está produciendo un impasse definitivo del conjunto de primigenios países que nacen en el ciclo de la independencia de 1808 a 1830. Dentro de seis años vamos a empezar a recordar los doscientos años del proceso de la Independencia, iniciado por los Cabildos a partir de las Juntas de 1808. Fue un proceso que unificó todo. Ahora bien, ésta recordación será, una vez más, la evocación de unos héroes que fueron todos perdedores. ¡Fantástico! Resulta que nuestros héroes son... ¡ los que perdieron! Porque de lo que San Martín se propuso no sólo no salió nada, sino que él mismo se tuvo que ir lo más lejos posible. Fracasó. Le tuvo que dejar la posta a Simón Bolívar, y Bolívar termina en Santa Marta, enfermo, diciendo ³hemos perdido todo menos la Independencia². O sea, con lo que termina el celebrado independizador de América del Sur es con el reconocimiento de la pérdida de las condiciones de la Independencia. La independencia es entonces una pseudo-independencia.

Mi opinión es que estamos asistiendo al comienzo de una nueva fase de la historia de América del Sur. Y deberíamos empezar por tratar de entender un poco mejor qué es América del Sur. Son dos mundos, el luso-mestizo y el hispano-mestizo. El luso-mestizo es un solo país. El hispano-mestizo son nueve países. Es importante saber las proporciones, porque la vida es un buen manejo de las proporciones: si uno tiene ideas desproporcionadas de los acontecimientos, le va a ir mal siempre. ¿Cuáles son las proporciones básicas de América del Sur? Ambos mundos, el luso-mestizo y el hispano-mestizo, tienen en conjunto recursos, población y extensión similares, pero uno es un solo país y el otro son nueve países. Esos nueve países ¿Cómo se reparten? Hay cinco países medianos (Argentina, Colombia, Chile, Perú y Venezuela), y cuatro países ³mínimos² (Bolivia -no por sus dimensiones sino por su PBI-, Ecuador, Paraguay y Uruguay). Pero entre los medianos hay diferencias: el más importante de los cinco en PBI, acumulación intelectual, un mundo de cosas, es la Argentina. La Argentina es equivalente, como poder virtual, hoy está desacompasado, pero si lo tomamos hace cuatro o cinco años, su poder es equivalente a la suma de Colombia, Chile, Perú, y Venezuela. Es 1) Argentina, 2) Colombia, 3) Venezuela, 4) Chile y 5) Perú. Todos los ³mínimos² equivalen al último de los ³medianos² que es el Perú. Ese es el conjunto y la proporcionalidad de América del Sur. El centro hispanoamericano es Lima, donde se encuentran San Martín que sube y Bolívar que baja. Lima fue el sitio unificador de todo el conjunto y luego fue el sitio donde la Independencia llegó a su culminación. En el norte, el país fundamental es el país que hoy tiene la guerra interna con la FARC, una guerrilla sobreviviente de la época del Che, y el narcotráfico. Es un mundo sobreviviente que estalla, en el país más importante del norte, que fuera la base de Simón Bolívar, ya que él era venezolano pero su base fue Colombia. De manera que el país más fuerte del norte, sucesor del Virreynato de Nueva Granada, está tan o más destruido que la Argentina ahora, que es el núcleo fundamental de la Hispanoamérica de América del Sur. Venezuela está debatiéndose con el golpe de Estado, Ecuador se ha dolarizado, de todas partes hay una emigración enorme. El Perú está en picada, Paraguay y Uruguay, ³atrapados sin salida². Estamos más mansos que ustedes, pero porque el país siente que como una especie de fatalidad va hacia el no ser. Ésa es la sensación que uno habla con el taxista, con el almacenero. En todos es: no hay futuro, no hay destino, nadie ve que haya más allá nada. Eso es el Uruguay hoy. En cierto sentido está escarmentado por las agitaciones de los años sesenta, en un país que no estaba acostumbrado a eso; agitaciones que terminaron en los Tupamaros y la dictadura militar. El bombero vino a apagar el incendio, pero luego se sentó en la sala y se quedó doce años comandando un país.

Es decir ¿en qué momento estamos? En el que todos colegimos que no hay solución para ninguno de nuestros países como solución solitaria. O sea que después de un largo periplo, volvemos a la situación en que se generó la Independencia. Los países hispano-sudamericanos no se independizaron por sí mismos. O debieron ser auxiliados desde más allá de sí, o tuvieron que ir más allá de sí para poder asegurar su independencia. Ninguno se quedó solo en su casa y dijo ³soy independiente², y se terminó el partido. Eso sólo ocurrió en México, en Brasil y en América Central. Las Provincias Unidas de América Central, en 1824 se declaran independientes y bastó, aunque luego se dividirían. Bolívar perdió la primera insurrección de Venezuela, recomenzó la batalla en Colombia, y desde Colombia liberó Venezuela. Y desde el sur pasa lo mismo. Argentina es el fragmento mayor de la descomposición que resulta de la Independencia hispanoamericana, pero en el proceso independentista fue parte de la unidad sudamericana. Cuando Sucre culmina la campaña libertadora del Alto Perú, se dirige a Rivadavia para hacerle entrega del territorio, como parte integrante del antiguo Virreynato, pero Rivadavia le dice que no, no la quiere, y Bolívar queda atónito. Era la oligarquía porteña, el alto comercio porteño, que quería que su moneda desplazara y dominara a la moneda de todas las provincias del norte, que era la moneda de plata del Potosí, ¡Así fueron las cosas!

Entonces para ser independientes, como el núcleo militar de España en Sudamérica estaba en el Alto Perú y en el Perú, había que derrotarlos allí, y ése es el sentido de la campaña de San Martín. Y el Congreso de Tucumán, no declara la Independencia de la Argentina, sino la Independencia de América del Sur. Y San Martín libera a Chile, y O¹Higgins apoya la campaña a Lima, y argentinos y chilenos van al Perú. En el manifiesto que San Martín dirige a los peruanos, les dice: queremos la independencia del Perú como hemos querido la independencia de Chile, para que la República de Chile y la República del Perú se unan con las Provincias Unidas del Río de la Plata, para formar una sola Confederación hasta Lima. Pero los unitarios le cortaron los víveres, y tuvo que dejarle el camino a Bolívar porque ya no tenía el apoyo de Buenos Aires, del alto comercio porteño, que era la importación inglesa.

Ahora bien, ¿en qué terminó todo eso? Cuando yo tenía pantalones cortos, en un festejo de la Independencia del Uruguay, el 25 de Agosto, yo había leído la Declaración de la Florida, y le digo a mi papá: ³¿Cómo se festeja la Independencia si en realidad se declara la anexión a la Argentina?² Y mi papá, muy sorprendido me dice ³¿Cómo, estás loco?² y yo le contesto, ³¡Pero si es así! La Declaración dice: Artículo 1: Declara irritos, nulos,... y de ningún valor para siempre, todos los actos de incorporación, etc. Artículo 2: en consecuencia... se declara de hecho y de derecho libre e independiente del rey de Portugal, del Emperador del Brasil y de cualquier otro del Universo, etc. Y a continuación de esta declaración, el primer decreto que produce el Congreso, afirma: Queda la Provincia Oriental del Río de la Plata unida a las demás de este nombre en el Territorio de Sudamérica, por ser la libre y espontánea voluntad de los pueblos que la componen...². Entonces, concluía yo, no es la ³Independencia² del Uruguay lo que declaró el Congreso de la Florida, ¡es la unidad con las Provincias Unidas! Mi padre se enojó y concluyó: ³Sos muy chico, no entendés nada². Yo quedé tan perplejo que creo que ahí decidí hacerme historiador... Porque me decía, ¡aquí hay un gato encerrado bárbaro! ¡Esto es un sancocho que no se sabe lo que es! Y así era. Cuando se emplazó en 1880 el monumento a Artigas que está en la Plaza Independencia de Montevideo, en el Senado del Uruguay hubo una discusión tremenda acerca de cuál era el papel que había jugado Artigas en nuestra historia, y no hubo acuerdo ¿Era el Precursor? ¿Era el fundador de la nacionalidad? Unos decían que sí, otros decían que no. Bueno, allí está el resultado, en todos los monumentos se pone una placa que alude al carácter y a la razón del homenaje: fundador de tal cosa, descubridor de tal otra, triunfador en tal batalla. Pero el monumento en la Plaza Independencia dice: ³Artigas². ¡Que cada cual interprete lo que quiera! Porque cuando el Gobierno de la República Oriental del Uruguay envía una delegación al Paraguay para solicitarle que regrese, Artigas responde: ³Yo ya no tengo Patria². Porque su Patria eran las Provincias Unidas del Río de la Plata, ésa era su lucha, él había fundado el Partido Federal de las Provincias Unidas del Río de la Plata. El no quería una provincita sola que dijera ³soy una República sola².

Vuelvo entonces a la idea central: el rasgo común de nuestra Independencia en Sudamérica, en ese proceso que va de 1810 a 1830, es que se produce todo en conjunto, todos tuvieron que ir más allá de sí, o recibir desde más allá de sí, para alcanzar el poder de ser independientes. Y esto es lo que se nos repite ahora. Ahora estamos sintiendo la impotencia de los fragmentos que resultaron, del enanaje que resultó. Ese es el nudo. Entonces eso es lo que me parece más importante hoy. Algo que hemos conversado con amigos en América Latina por años. Con todos esos amigos, en Perú, en Paraguay, en Bolivia, en Chile, sabemos que sin la Argentina no podemos hacer nada. Todo el sur sin la Argentina no puede hacer nada. Pero también les digo, Argentina sin todos nosotros no puede hacer nada, y Argentina sin Brasil no puede hacer nada, y Brasil sin Argentina queda aislado.

Pero esto no sólo lo sabemos nosotros. Entonces, cuando el Fondo Monetario Internacional prolonga la agonía de la economía argentina ¿por qué lo hace? Pero ¿acaso no sabemos qué poderes dirigen al Fondo? ¿Y por qué hay intereses que empujan y aprovechan esta situación? Porque quieren cortar esta alianza nueva y potencial que emerge desde 1991, que es la alianza argentino-brasileña. ¿Por qué? ¡Porque es el ³cortocircuito² fundamental de la unidad de la América del Sur! Si eso se interrumpe, ¡adiós Unión Sudamericana! Porque sería como haber interrumpido el ³cortocircuito² franco-alemán en Europa: adiós Unión Europea. Porque ¡con quién se puede aliar Brasil! Aliarse con Argentina es virtualmente aliarse con el resto.

Mientras que si se alía con Ecuador, ¿qué significa eso? ¿O con Uruguay? El asunto es la alianza de lo fundamental, y la alianza del Brasil con la Argentina es la alianza entre lo más importante del mundo sudamericano. Y sino, Brasil queda aislado; y pueden pasarle muchas cosas, en la Amazonia, etc., etc. Yo no pienso esto porque haya una suerte de ³alevosía² norteamericana, no; pienso simplemente que ellos se sienten más tranquilos si en Sudamérica no se forma ningún centro de poder. Y el único centro de poder serio en Sudamérica lo puede constituir una alianza argentino-brasileña, porque nos arrastra a todos irremediablemente.

Por eso Argentina tiene que saberlo; si Argentina juega el partido como hasta ahora, sola, ¡Argentina está equivocada! ¡Su juego es mucho más amplio, es mucho más rico! Si insisten en actuar con las categorías de lo que se termina, de lo que ya no tuvo éxito, no tienen ningún destino. Tienen que asumir el pasaje que Perón llamaba del estado-nación al estado continental.

Lamentablemente esto no se hace en un baile ¡no! ¡Es un gran lío! Los pasajes importantes son grandes líos. ¿O qué queremos? ¿Lujo, regalos? Recuerdo que un mes antes del corralito, leí en La Nación un artículo de un señor, creo que era la mano derecha de Cavallo, donde decía ²No queremos nada con el Mercosur, porque eso es poca cosa. Tenemos que aliarnos con los ricos, con Europa y con Estados Unidos² Y yo decía ¿pero este señor piensa que los ricos están interesados en aliarse con él? ¡Qué iluso!
¡Un superenano aliado de los ricos! ¿Que mamarracho es éste? Decir este tipo de cosas es un síntoma grave, es una muestra de cómo está la Argentina, porque hay cosas que no resisten al más elemental sentido común.

Con esto termino mi exposición, éstas eran las ideas que quería trasmitirles.

martes, 1 de junio de 2010

Defensa Nacional en el pensamiento de Perón

Cuando la Patria está en peligro debemos rescatar el pensamiento del Gral. Peron respecto al significado de Nación en Armas. Se debe restablecer el servicio militar obligatorio y poner todos los recurso necesarios al servicio de la defensa nacional y rescatar las FFAA. nacionales para el campo popular. Todos los paises latinoamericanos debemos estar firmemente unidos en defensa de nuestros recursos estratégicos.


DEFENSA NACIONAL



Transcribimos algunos párrafos de la Conferencia "La Defensa Nacional" dictada por el Cnl. Juan Domingo Perón el 10 de Junio de 1944 en la Universidad Nacional de La Plata.



"Las dos palabras, "Defensa Nacional", pueden hacer pensar a algunos espíritus que se trata de un problema cuyo planteo y solución incumbe únicamente a las FFAA de una nación. La realidad es bien distinta: en su solución entran en juego todos sus habitantes, todas sus energías, todas sus riquezas, todas sus industrias y producciones más diversas, todos sus medios de transporte y vías de comunicación, etc., siendo sus FFAA únicamente como luego veremos en el curso de la exposición, el instrumento de lucha de ese gran conjunto que constituye "la nación en armas".



(...) "Si se quiere la paz, el mejor medio de conservarla es prepararse para la guerra" . (...) "El mundo puede ser separado en dos grupos: satisfechos e insatisfechos . Los primeros todo lo poseen y nada necesitan y sus pueblos tienen la felicidad asegurada, en mayor o menor grado. A los segundos algo les falta para satisfacer sus necesidades; mercados donde colocar sus productos, materias primas que elaborar, substancias alimenticias en cantidad suficiente, un papel político que jugar con relación a su potencialidad, etc. Las naciones satisfechas, son pacifistas y no desean exponer a los azares de la guerra la felicidad que gozan. Las insatisfechas, si la política no les procura lo que ambicionan, no temerán ir a la guerra para lograrlo".



(...) "Las primeras, aferradas a la idea de paz inalterable, porque mucho la desean, generalmente descuidan su preparación para la guerra y no gastan lo que es necesario para conservar la felicidad de su pueblo. Las segundas, sabiendo que la guerra es probable, por cuanto si no tienen pacíficamente lo que desean, recurrirán a ella, ahorraran miseria de la miseria y se preparan en forma acabada para sostenerla y en un momento determinado, pueden superar a las naciones más ricas y poderosas". (...) "Tenemos así, naciones pacifistas y naciones agresoras . La guerra es un hecho social inevitable entre satisfechos e insatisfechos".



(...) "La preparación de la Defensa Nacional es una obra de aliento y requiere un constante esfuerzo realizado durante largos años ; la guerra es un problema tan variado y complejo, que dejar librada a la improvisación en el momento en que ella se presente, significaría seguir esa política suicida que tanto criticamos".



(...) "Hoy los pueblos disponen de su destino. Ellos labran su propia fortuna o su ruina. Es natural que ellos en conjunto defiendan lo que cada uno por igual ama y le interesa defender de la patria y su patrimonio". (...) "En época de los ejércitos profesionales y mercenarios, los pueblos no participaban de las contiendas, sino a través de fuertes contribuciones para solventarlos, o devastaciones que dejaban tras de sí los ejércitos en lucha. Una gran parte de la población no la sufría y, a veces, hasta la ignoraba. Las guerras de la revolución francesa, y más tarde de Napoleón, afectaron ya al pueblo francés, por la contribución en material humano que le impusieron. Es recién la guerra mundial de 1914-18, la que muestra las naciones participantes tendidas a un esfuerzo máximo para conseguir la victoria. La guerra se juega en los campos de batalla, en los mares, en el aire, en lo político, económico, financiero, industrial y se especula hasta con el hambre de las naciones enemigas".



(...) "Ya no bastan generales y almirantes geniales, con ejércitos y flotas eficientes para conquistar la victoria. A su lado, los representantes de todas las energías de la nación, tienen un rol importante que jugar en la dirección de la guerra y muchas veces son los que orientan la conducción de las operaciones de las FFAA, pero aun en los años 1914-18, detrás de los ejércitos en lucha, entregadas a un constante esfuerzo para mantener la potencia combativa de las FFAA, vivían en una relativa tranquilidad y bienestar".



(...) "La moral de la nación se mantenía en base de éxitos obtenidos en los campos de batalla, hábilmente explotados por una inteligente propaganda. La actual contienda, con el considerable progreso técnico de la aviación, nos muestra la expresión más acabada de Nación en Armas. Los pueblos de las naciones en lucha, no se encuentran ya a cubierto contra las actividades bélicas, dado que poderosas formaciones aéreas siembran la destrucción siembran la destrucción y la muerte en poblaciones mas o menos indefensas, buscando minar su moral y destruir las fuentes del potencial de guerra de la nación enemiga. El panfleto, toma un lugar importante al lado de las tremendas bombas incendiarias y explosivas, en la carga de los poderosos aviones de bombardeo".



(...) "Un país en lucha puede representarse como un arco con su correspondiente flecha, tendido al máximo que permite la resistencia de su cuerda y la elasticidad de su madero y apuntando a un solo objetivo, ganar la guerra. Sus FFAA están representadas por la piedra o el metal que constituye la punta de la flecha, pero el resto de esta, la cuerda y el arco, son la nación toda hasta la última expresión de su energía y poderío"



(...) "En consecuencia no es suficiente que los integrantes de las FFAA nos esforcemos en preparar el instrumento de lucha ; en estudiar y comprender la guerra, deduciendo enseñanzas de las diferentes contiendas que han asolado al mundo. Es además necesario que todos los intelectos de la nación, cada uno en el aspecto que interesa a sus actividades, se esfuerce también en conocerla, estudiarla y comprenderla , como única forma de llegar a esa solución integral del problema que puede presentársenos y tendremos que resolver, si un día Dios decide que la guerra haga sonar el clarín en las márgenes del Plata".



(...) "La organización de la Defensa Nacional de un país, es una vasta y completa tarea de años y años , por medio de la cual, se han de ejecutar una serie de medidas preparatorias durante la paz, para crear a las FFAA las mejores condiciones para conquistar el éxito en una contienda que pueda suceder; se formularan una serie de previsiones para que la Nación pueda adquirir y mantener ese ritmo de producción y sacrificio que nos impone la guerra, al mismo tiempo que se preverá el mejor empleo a dar a sus FFAA"



(...) "Cualquier país del mundo, grande o pequeño, débil o poderoso, con un grado elevado o reducido de civilización, posee objetivo político determinado. El objetivo político es la necesidad o ambición de un bien, que un Estado tiende a mantener o conquistar, para perfeccionar o engrandecer. El objetivo político puede ser de cualquier tipo; reivindicación o expansión territorial, hegemonía política o económica, adquisición de mercados u otras ventajas comerciales, imposiciones sociales o espirituales, etc. Los objetivos políticos de las naciones son una consecuencia directa del sentir de sus pueblos y debemos recordar que ellos tienen ese instinto seguro, que en la consideración de los grandes problemas, los orientaran siempre hacia lo que más le conviene".



(...) "La verdadera sabiduría de los pueblos y el buen juicio de los gobernantes consiste, precisamente en no fijarse un objetivo político desorbitado, que no guarde relación con la potencialidad de la nación, lo que en caso contrario lo obligaría a enfrentarse con un enemigo tan poderoso que, no solo tendría que renunciar a sus aspiraciones, sino a perder parte de su patrimonio".



(...) "También es verdad que a las naciones les llegan en su historia horas cruciales en las que deben defender su riqueza o su honor, deben sostener la lucha sin esperanza de triunfo, porque como lo enseñaron nuestros padres de la Independencia, "mas vale morir que vivir esclavos". (...) "La diplomacia debe actuar en forma similar a la conducción de una guerra. Como ella, posee sus fuerzas, sus armas y debe librar las batallas que sean necesarias para conquistar los objetivos que la política le ha fijado. Si la política logra que la diplomacia obtenga el objetivo trazado su tarea se reduce a ello y termina allí, en lo que a ese objetivo se refiere. Si la diplomacia no puede lograr el objetivo político fijado, entonces es encargada de preparar las mejores condiciones para obtenerlo por la fuerza, siempre que la situación haga ver como necesario el empleo de este medio político extremo".



(...) "Las naciones tienen la obligación de preparar la máxima potencialidad militar que su población y riqueza permitan, para poder presentarla en los campos de batalla si la guerra llama a sus puertas. Los pueblos que han descuidado la preparación de sus FFAA, han pagado siempre caro su error desapareciendo de la historia, o cayendo en las más abyectas servidumbres. De ellos la historia solo se ocupa de recordar su excesivo mercantilismo o los arqueólogos para explorar sus ruinas, descubriendo bellas muestras de una grandiosa civilización pretérita, que no supo cultivar las virtudes guerrera de sus pueblos. La preparación de las FFAA para la guerra, no es tarea fácil ni que puede improvisarse en los momentos de peligro".



(...) "Adecuada preparación de las reservas . La formación de reservas instruidas, sobre todo, hoy en que los medios de lucha han experimentado tantos progresos y complicaciones técnicas, requiere un trabajo largo y metódico, para que estas adquieran la madurez y el temple que exige la guerra".



(...) "El arte militar sufre tantas variaciones, que los cuadros permanentes del ejercito, deben entregarse a un constante trabajo y estudio, que cuando la guerra se avecina no hay tiempo de asimilar. El militar, junto a su ciencia, debe reunir condiciones de espíritu y carácter de conductor, para llevar a su tropa a los mayores sacrificios y eso no se improvisa, sino que se logra con el ejercicio constante del arte de mandar. Las armas, municiones y otros medios de lucha, no se pueden adquirir ni fabricar en el momento en que el peligro nos apremia, ya que no se encuentra disponibilidad en los mercados productores, sino que es necesario encarar fabricaciones que exigen largo tiempo.



En los arsenales y depósitos, es necesario disponer de todo lo que exigirán las primeras operaciones y prever su aumento y reposición. Las previsiones para el empleo de las FFAA de la Nación, son una larga y constante tarea que requiere de cierto número de jefes y oficiales, estudios especializados, que se inician en las Escuelas Superiores de Guerra y continúan después ininterrumpidamente en una vida de constante perfeccionamiento profesional".



(...) "El conjunto de estas previsiones contenidas en el plan militar, que coordina los planes de operaciones del Ejército, la Marina y la Aviación, se realiza sobre estudios bases que exigen conocimientos profesionales muy profundos. En dicho plan se resuelve la movilización total del país ; la forma en que serán protegidas las fronteras; la concentración de fuerzas en las probables zonas de operaciones; el probable desarrollo de las operaciones iniciales; el desarrollo del abastecimiento de las FFAA de toda suerte de elementos; el desenvolvimiento general de los medios de transporte y de comunicación del país; la defensa terrestre y antiaérea del interior".



(...) "Como podéis apreciar, esta obra realizada en forma completa y detallada, absorbe la labor constante de los organismos directivos de las FFAA de las naciones y de la exactitud de las mismas, depende en gran parte que la lucha pueda iniciarse y continuar luego en las mejores condiciones posibles. Si la guerra, llega será la habilidad y el carácter del Comandante en Jefe y las virtudes guerreras de sus fuerzas, las que trataran de inclinar el azar de la guerra a su favor, y no me refiero a la ayuda de Dios porque ambos contendientes la imploraran con igual fervor. Las FFAA de nuestra Patria, realizan en este sentido una labor silenciosa y constante, que se inicia en cuarteles de las unidades de tropas, buques de la armada y bases aéreas, preparando dentro de sus posibilidades el mejor instrumento de lucha y continua luego en sus institutos de estudios superiores para terminar en la labor directiva de sus Estados Mayores".



(...) "La política interna tiene gran importancia en la preparación del país para la guerra. Su misión es clara y sencilla, pero difícil de lograr. Debe procurar a las FFAA el máximo posible de hombres sanos y fuertes, de elevada moral y con gran espíritu de patria, con la educación necesaria que exige la guerra moderna para manejar armas cada vez más complejas. Con esta levadura, las FFAA podrán reafirmar estas virtudes y desarrollar fácilmente su alto espíritu guerrero y de sacrificio. Es necesario que las calidades antes citadas sean desarrolladas en toda la población sin excepción, dado que es en el interior del país donde las FFAA encuentran su fuerza moral y voluntad de vencer y la reposición del personal, material y elementos desgastados o perdidos".



(...) "Mantenimiento de la moral popular . Los países hoy en lucha, nos muestran todos los esfuerzos que se realizan para mantener en el pueblo, aun en momentos de mayores sacrificios y penurias, la voluntad inquebrantable de vencer al mismo tiempo que se desarrollan todas las actividades imaginables para minar la moral del adversario, naciendo así un nuevo medio de lucha, "la guerra de nervios". Si en cuestiones de gobierno, problemas económicos, sociales, financieros, industriales, de producción y de trabajo, etc. cabe toda suerte de opiniones e intereses dentro de un Estado en el objetivo político derivado del sentir de la nacionalidad de ese pueblo, por ser única e indivisible, no cabe opiniones divergentes. Por el contrario, esa mística común sirve como un aglutinante más, para cimentar la unidad nacional de un pueblo determinado".



(...) "Tregua en las luchas internas . Ante el peligro de guerra, es necesario establecer una tregua en todos los problemas y luchas interiores; sean políticos, económicos, sociales o de cualquier otro orden, para perseguir únicamente el objetivo que encierra la salvación de la Patria: ganar la guerra. Hemos visto como los pueblos que se han exacerbado en sus luchas intestinas, llevan su ceguedad hasta el extremo de declarar enemigos a sus hermanos de sangre y llamar en su auxilio a regímenes o ideologías extranjeras, o se han deshecho en luchas encarnizadas o han caído en el más abyecto vasallaje . Cuando el peligro de guerra se hace presente y durante el desarrollo de la misma, la acción de la política interna de los estados debe aumentar notablemente sus actividades, porque son muy importantes las tareas que le tocan realizar; es necesario dar popularidad a la contienda que se avecina; se debe establecer una verdadera solidaridad social, política y económica, la moral y el espíritu de lucha de la nación toda debe ser llevado a un grado tal que ningún desastre ni sacrificio la pueda abatir; desarrollar en la población un severo sentido de disciplina y responsabilidad individual, para contribuir en cualquier forma a ganar la guerra ; es necesario organizar una fuerte máquina capaz de desarrollar un adecuado plan de propaganda, contra propaganda y censura, que ponga a cubierto al frente interior, contra los ataques que el enemigo le llevara constantemente ; debe aprestarse a la población civil para que se establezca por si misma la defensa antiaérea pasiva en todo el territorio de la Nación, como único medio de limitar los daños y destrucciones de los bombardeos enemigos, etc."



(...) " El caos en las naciones vencidas. Terminada la guerra aún tiene la política interna una ímproba tarea que realizar, especialmente si la misma ha sido perdida. En este momento, parece como si las naciones integras, que han vivido varios años con sus nervios sometidos a una constante tensión, desataran de pronto todos sus instintos y bajas pasiones, creando problemas y situaciones que amenazan hasta la constitución misma de los estados. Rusia y Alemania a la terminación de la guerra 1914-18 constituyen la suficiente demostración de esta afirmación. Esta obra política interna, debe ser realizada desde la paz, en todos los ámbitos. Para lograrla, la inician los padres en los hogares, la siguen los maestros y profesores en las aulas, las FFAA en buques y cuarteles, los gobernantes y legisladores mediante su obra de gobierno, los intelectuales y pensadores en sus escritos, el cine, el teatro y radio en su obra educadora y publicitaria y finalmente, cada individuo de una nación en la formación de su auto formación". (...)



" Problemas internos argentinos . Referido este problema a nuestro caso particular, llegaremos fácil a la comprobación de que requiere un estudio y dedicación muy especial. En nuestra lucha por la independencia y en guerras exteriores que hemos sostenido , sin asumir el carácter de nación en armas que hemos definido, podemos observar grietas lamentables en el frente interno , que nos obligan a ser precavidos y previsores. Posteriormente, hemos ofrecido al mundo un litoral abierto a todos los individuos, razas, ideologías, culturas, idiomas y religiones. Sin duda; la Nación se ha engrandecido, pero existe el problema del cosmopolitismo con que se mantienen dentro de la Nación, núcleos poco o nada asimilados".



(...) "Todos los años un elevado porcentaje de ciudadanos, al presentarse para cumplir con su obligación de aprender a defender a la Patria, debe ser rechazados por no reunir las condiciones físicas indispensables, la mayoría de los casos originados en una niñez falta de abrigo y alimentación suficiente. Y en los textos de geografía del mundo entero se lee que somos el país de la carne y el trigo, de la lana y el cuero. Es indudable que una gran obra social debe ser realizada en el país , tenemos una excelente materia prima, pero para bien moldearla es indispensable el esfuerzo común de todos los argentinos, desde los que ocupan las más altas magistraturas del país, hasta el más modesto ciudadano. La defensa nacional es así un argumento mas, que debe incitarnos para asegurar la felicidad de nuestro pueblo".



(...) " La acción industrial . Ya la guerra 1914-18 nos mostró, y en un grado aun mayor la actual, la importancia fundamental que para el desarrollo de la guerra, asume la movilización y el máximo aprovechamiento de las industrias del país. Conocido es el rol que asumió EEUU en la anterior contienda y en la actual, en que mediante la contribución de su poderío industrial, se convierte en el arsenal de las naciones aliadas, en el máximo esfuerzo por inclinar a su favor la suerte de la guerra. Todas las naciones en la contienda, movilizan la totalidad de sus industrias y tienden con máximo rendimiento hacia un esfuerzo común para abastecer sus FFAA. Es evidente que este cambio, debe ser cuidadosamente preparado desde el tiempo de paz; solucionando problemas tales como el reemplazo de mano de obra, obtención de materia prima, conversión de industrias como consecuencia del peligro aéreo, reemplazo y reposición de lo destruido, etc.".



(...) Abastecimiento de ejércitos en marcha . Durante la guerra es necesario poner en marcha este grandioso mecanismo; regular su producción de acuerdo con las demandas especificas de las FFAA; asegurar los abastecimientos a la población civil; adquirir la producción de materias primas y productos industriales necesarios en los países extranjeros, anticipar y neutralizar las adquisiciones de los enemigos; orientar la acción de destrucción de las industrias enemigas, señalando objetivos a la aviación y al sabotaje, etc."



(...) " Industrialización de nuestro país . Referido el problema industrial al caso particular de nuestro país, podemos decir que constituye el punto crítico de nuestra defensa nacional. La causa de esta crisis hay que buscarla lejos para poder solucionarla. Durante mucho tiempo nuestra producción y riqueza ha sido de carácter casi exclusivamente agrícolas. A ello se debe en gran parte que nuestro crecimiento inmigratorio no ha sido todo lo considerable que era de esperar, dado el elevado rendimiento de esta clase de producción con relación a la mano de obra necesaria. Colmados los mercados mundiales, se limitó la producción, y por ende, la entrada al país de la mano de obra que ella necesitaba. El capital argentino, invertido así en forma segura pero poco brillante, se mostraba reacio a buscar colocación en las actividades industriales, consideradas durante mucho tiempo como una aventura descabellada y aunque parezca risible, no propia de buen señorío.



El capital extranjero se dedicó especialmente a las actividades comerciales, donde todo lucro, por rápido y descomedido que fuese, era siempre permitido y lícito; busco también seguridad en los servicios públicos o industrias madres, muchas veces con una ganancia mínima respaldada por el Estado. La economía del país, reposaba casi exclusivamente en los productos de la tierra pero en el estado más innoble de elaboración, que luego transformaba en el extranjero con evidentes beneficios para sus economías, adquiríamos de nuevo ya transformados.



El capital extranjero demostró poco interés en establecerse en el país para elaborar sus riquezas naturales, lo que significaría beneficiar nuestra economía y desarrollo en perjuicio de los suyos y entrar en competencia con los productos que seguirían allí elaborando. Esta acción recuperadora debió ser emprendida evidentemente por los capitales argentinos, o por lo menos que el Estado los incitase precediéndolos y mostrándoles el camino a seguir".



(...) " Compras bélicas en el extranjero . Para corroborarlo no me referiré más que a un aspecto. Hemos gastado en el extranjero grandes sumas de dinero en la adquisición de material de guerra. Le hemos pagado a siete veces su valor, porque siete es el coeficiente de seguridad de la industria bélica y todo ese dinero ha salido del país sin beneficio para su economía, sus industrias o la masa obrera que pudo alimentar. Una política inteligente, nos hubiera permitido montar las fábricas para hacerlos en el país, las que tendríamos en el presente, lo mismo que una considerable experiencia industrial y las sumas invertidas habrían pasado de una manos a otras, argentinas todas. Lo que digo del material de guerra, se puede hacer extensivo a maquinarias agrícolas, al material de transporte, terrestre, fluvial y marítimo y cualquier otro orden de actividad . Los técnicos argentinos se han demostrado tan capaces como los extranjeros, y si alguien cree que no lo son, traigamos a estos y pronto asimilaremos todo lo que pueden enseñarnos".



(...) " La capacidad del obrero argentino . El obrero argentino, cuando se le ha dado oportunidad de aprender, se ha revelado tanto o más capaz que el extranjero. Maquinarias, si no poseemos en cantidad o calidad suficientes, pueden fabricarse tantas como sean necesarias. A las materias primas nos las ofrecen las entrañas de nuestra tierra, que solo esperan que las extraigamos. Si no lo tenemos todo, lo adquiriremos allí donde se encuentre, haciendo lo mismo que los países europeos que tampoco lo tienen todo. La actual contienda, al hacer desaparecer casi en absoluto de nuestros mercados los productos manufacturados extranjeros, ha vuelto a hacer florecer nuestras industrias, en forma que causa admiración hasta en los piases industriales por excelencia. La teoría que mucho tiempo sostuvimos que si algún día algún peligro amenazaba a nuestra patria, encontraría en los mercados extranjeros el material de guerra que necesitásemos para completar la dotación inicial de nuestro Ejército y asegurar su reposición, ha quedado demostrada como una utopía".



(...) " Debemos poseer la industria propia. La Defensa Nacional exige una poderosa industria propia y no cualquiera sino una industria pesada. Para ello, es indudablemente necesario una acción oficial del Estado , que solucione los problemas que ya he citado y proteja a nuestras industrias si es necesario. No las artificiales que con propósitos solo utilitarios, habrán recuperado varias veces el capital invertido, sino los que dedican sus actividades a esa obra estable que contribuirá a beneficiar la economía y asegurara la defensa nacional. En este sentido, el primer paso ya ha sido dado con la creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares, que contempla la solución de problemas neurálgicos que afecten a nuestras industrias.

Al mismo tiempo es necesario orientar la formación profesional de la juventud argentina. Que los faltos de medios o de capacidad comprendan que más que medrar en una oficina pública, se progresa en las fábricas y talleres y se gana en dignidad muchas veces. Que los que siguen carreras universitarias, sepan que las profesiones industriales les ofrecen horizontes tan amplios como el derecho, la medicina o la ingeniería en construcciones. Las escuelas industriales, de oficios y facultades de química, industrias, electrotecnia, etc., deben multiplicarse. La Defensa Nacional de nuestra patria, tiene necesidad de ellos ".



(...) " La acción comercial . El comercio, tanto exterior como interior de cualquier país, tienen una gran importancia desde el punto de vista de la Defensa Nacional. Las naciones en lucha buscan anular el comercio del adversario, no solo para impedir la llegada de abastecimientos necesarios a las FFAA, sino a la vida de la población civil y a su economía. El bloqueo inglés y la campaña submarina alemana, son una demostración en este sentido. Es necesario entonces, estudiar cuidadosamente desde tiempo de paz, condiciones particulares en que el comercio podrá desenvolverse en tiempo de guerra, para desarrollar una política comercial adecuada. En primer lugar, es necesario orientar desde la paz, las corrientes comerciales con los países que más difícilmente podrán convertirse en contendientes en una situación bélica dada, ya que siendo el comercio una de las principales fuentes de la economía y finanzas de la Nación, conviene mantenerlo a su mayor nivel compatible con la situación de guerra. Luego deben estudiarse los puertos por donde saldrán nuestros productos e ingresaran los del extranjero . Se debe determinar cuales son los susceptibles de sufrir ataques aéreos o navales, los que pueden ser bloqueados con mayor facilidad, etc., para saber cuales son los utilizables y las ampliaciones necesarias en sus instalaciones para admitir la absorción de los movimientos comerciales de los otros".



(...) " Estudio de las rutas comerciales . A continuación, habrá que considerar la forma en que dichos productos atravesaran el mar, para asegurarlos contra el ataque naval del adversario. Surge como condición óptima, la necesidad de disponer de una numerosa flota mercante propia y una poderosa marina que la defienda . Se deberá estudiar también, la posibilidad de desviar él trafico de productos a través de países neutrales o aliados, con los cuales los unan vías de comunicación terrestre, como forma de burlar el bloqueo. Análogo estudio deberá efectuarse de los puntos críticos sobre el que reposa el comercio enemigo, para atacarlo y poder así destruirlo, sea mediante el ataque directo o por la competencia de productos similares en los mercados adquisitivos, haciendo jugar todos los resortes que la política comercial posee. Lo manifestado para el comercio marítimo, debe naturalmente, ser extendido a comunicaciones terrestres y fluviales con los países continentales ".



(...) " Posibilidades y desarrollo del comercio interno . Es necesario luego extender las previsiones al desarrollo del comercio interno, asegurando una distribución adecuada, de los productos destinados a satisfacer el abastecimiento de las FFAA y de la población civil, evitando la especulación y el alza desmedida de precios. Las vías de comunicaciones terrestres (FFCC y viales) y las fluviales, deben ser cuidadosamente orientadas por una sabia política que contemple no sólo las necesidades en tiempo de paz, sino también las de guerra en forma similar al comercio marítimo . Además, habrá que considerar las necesidades de las FFAA, no solo para su abastecimiento, sino para movilización, concentración y realización de determinadas maniobras".



(...) "La acción económica. La economía de la Nación, es de importancia fundamental para el desarrollo de la guerra. Las riquezas de la Nación, son llamadas a su máxima contribución para asegurar el éxito de la misma , de calidad y continuidad de producciones existentes dependerá en alto grado la financiación de la guerra. Las posibilidades de comercio exterior, las condiciones particulares de la economía de cada país y el manejo de sus finanzas, requieren la más hábil conducción para evitar la ruina del mismo, a pesar de haber ganado la guerra".



(...) "Los consumos de productos de un país en guerra, asumen cifras fantásticas, y es necesario estimular al máximo la producción de riquezas, a pesar de que la mano de obra, las maquinarias y el utillaje, las fuentes de energía y los medios de transporte, se encuentren ya exigidos al máximo".



(...) " Transformación de la economía nacional . Es necesario, además de estudiar la realización de las propias fuentes de riqueza, coordinarlas con las regiones que se prevea conquistar o perder durante la contienda . Indudablemente, la movilización y transformación de la economía del país, con todos los intereses que habrá que vencer, las formas de explotación muchas veces antieconómicas que será necesario establecer, distribución adecuada de recursos, determinación de las importaciones indispensables y el orden de prioridad a establecer en las mismas, organización del trabajo y empleo del personal, adaptándolo a determinadas actividades, la utilización de los medios de transporte y de comunicación, etc., son tareas muy complicadas. Al igual que las cuestiones analizadas anteriormente, los países desde el tiempo de paz, tratan de someter las economías de los países probables adversarios a ciertos vasallajes y situaciones criticas, preparando verdaderas minas de tiempo que harán explosión en el momento deseado . La transformación que necesariamente debe producirse en las industrias, en la vida agropecuaria y en todos los órdenes de la producción, son de tal naturaleza que, si no se han adoptado con tiempo medidas previsoras, muy graves perturbaciones pondrán en peligro la existencia misma de los Estados. La desocupación y el derrumbe industrial y comercial, han asolado a las naciones beligerantes después de la guerra, cundiendo una desmovilización general y contagiosa".



(...) " La acción financiera . Es indudable que las finanzas sanas, desde la paz, facilitan notablemente la conducción financiera de la guerra. La existencia de reservas metálicas de divisas y un crédito exterior e interior sano, son otros tantos factores de éxito a considerar ".



(...) " Deben adoptarse las previsiones financieras . La financiación de la guerra, solo puede hacerse sobre la base de cuidadosas previsiones, formuladas desde la paz, ajustadas a las más variadas circunstancias que puedan presentarse. Será necesario efectuar una apreciación sobre el probable costo de la guerra, sobre el cual es muy fácil que nos quedemos cortos. En el establecimiento de las inversiones, habrá que extremar todas las medidas existentes, aun coercitivas; movilización de las reservas metálicas y divisas existentes - aportes voluntarios de las reservas metálicas y divisas existentes - del sistema impositivo - de la emisión del papel moneda, etc., sin consideración alguna a los intereses particulares y privados . Será también necesario realizar una guerra implacable a las finanzas de las naciones adversarias, especialmente atacando su crédito, su moneda y su sistema impositivo. Será también necesario estudiar la contribución económica y financiera que se impondrá a la nación vencida y la forma de pagar la deuda de guerra en caso de derrota".



Juan Domingo Perón

Universidad Nacional de La Plata, 10 de Junio de 1944

Fuente: http://www.causanacional.com.ar/defensa_nacional.htm
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