Soberanía Argentina
Industria Aeronautica, en el recuerdo... SAIA 90 el Caza Argentino que no fue:
El que fuera el último gran desafío tecnológico aeronáutico Argentino, la evolucion, desarrollo final del IA63 Pampa, el SAIA 90 el Caza de Superioridad Aerea con capacidad de sigilo (indetectable al radar). El Estado Mayor de la Fuerza Aérea había estado analizado distintas opciones para obtener cazas, con el reciente recuerdo del conflicto de Malvinas, inclinandose por el diseño, desarrollo y producción de un modelo nacional con asistencia de Dornier Alemania. El Avión de Combate Argentino, la Fabrica Militar de Aviones estimaba entre unos 12 a 15 años hasta materializar las especificaciones, con el primer vuelo del prototipo previsto para 1989 y las entregas en dos años más tarde implicando un alto desarrollo nacional en tecnologia de avanzada y el huso de materiales innovadores como fibra de carbono y titanio. Entre las especificaciones técnicas contaba:
* Radar aire-aire capaz de detectar objetivos de 5M2 en un rango de 90 km, dispositivos para perseguir múltiples objetivos, radar 3D aire-superficie capaz de recibir la forma de la tierra, sistema digital de control de vuelo, multifunción navegación/sistema de ataque y búsqueda de comunicaciones.
* Biturbina con 5.600 Kg de empuje cada una
* velocidad máxima operativa Mach 2.25 o 2.400 Km/h
* Alcance: 3.380 km
* Techo de servicio: 15.000 metros
Industria Aeronautica, en el recuerdo... SAIA 90 el Caza Argentino que no fue:
El que fuera el último gran desafío tecnológico aeronáutico Argentino, la evolucion, desarrollo final del IA63 Pampa, el SAIA 90 el Caza de Superioridad Aerea con capacidad de sigilo (indetectable al radar). El Estado Mayor de la Fuerza Aérea había estado analizado distintas opciones para obtener cazas, con el reciente recuerdo del conflicto de Malvinas, inclinandose por el diseño, desarrollo y producción de un modelo nacional con asistencia de Dornier Alemania. El Avión de Combate Argentino, la Fabrica Militar de Aviones estimaba entre unos 12 a 15 años hasta materializar las especificaciones, con el primer vuelo del prototipo previsto para 1989 y las entregas en dos años más tarde implicando un alto desarrollo nacional en tecnologia de avanzada y el huso de materiales innovadores como fibra de carbono y titanio. Entre las especificaciones técnicas contaba:
* Radar aire-aire capaz de detectar objetivos de 5M2 en un rango de 90 km, dispositivos para perseguir múltiples objetivos, radar 3D aire-superficie capaz de recibir la forma de la tierra, sistema digital de control de vuelo, multifunción navegación/sistema de ataque y búsqueda de comunicaciones.
* Biturbina con 5.600 Kg de empuje cada una
* velocidad máxima operativa Mach 2.25 o 2.400 Km/h
* Alcance: 3.380 km
* Techo de servicio: 15.000 metros
Caballeros, en los años 70 Alemania se había asociado a la Northrop para desarrollar un nuevo caza, basado en el Northrop N-102 (el proyecto conjunto se llamaría TFK-90, ya corriendo el año 1978). En 1982 se había mostrado en la feria de Farnborough como alternativa económica al ACA (que con el tiempo se convertiría en el Eurofighter). Este proyecto no prosperó por desavenencias entre los constructores, o mejor dicho, no le metieron cojones al asunto y cada uno fue por su cuenta en forma paralela al TFK: la Northrop rediseñó los planos del N-102 que formarían la base del F-5 como caza liviano, el YF-17 más pesado y con capacidades navales (primer vuelo en junio de 1974), precursor del F-18 (primer vuelo en enero de 1983), y del YF-23 (http://www.yf-23.net/Northrop/ND-102.html); Dornier miró hacia Argentina y le fue como le fue (ya no existe). La FMA estaba también ligada a la Dornier, pero promocionando el IA-63 (cuyo diseño proviene del Alpha Jet franco-alemán (Dassault-Dornier), una especie de "hermano menor"). Así las cosas, los de la Dornier habrán comentado la idea con la gente de FMA (también presente en Farnborough) y se estudió fabricar el avión original (con algunos cambios) en la Argentina. Al final en 1985 (presidencia de Alfonsín) el rebautizado SAIA 90 terminó por cancelarse, junto con otros tantos proyectos.
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