Treinta días de ejercicios
Las Fuerzas Armadas de Brasil concluyen la Operación Ágata en la región fronteriza con Colombia
30/08/2011
(Infodefensa.com) R. Caiafa, Belo Horizonte (Brasil) – Contando casi 30 días continuos de duras actividades militares en la región fronteriza de Brasil con Colombia, incluyendo el empleo de armamento real, laOperación Ágata marca el inicio de una nueva década del siglo XXI con la consolidación del SIVAM (Sistema de Vigilancia de la Amazonía), una intrincada red de radares, sensores meteorológicos, comunicaciones digitales por satélite, software avanzado de control aéreo entre otros avances tecnológicos disponibles para los militares brasileños.
Progresivamente, desde mediados de los 90, Brasil ha absorbido las enseñanzas de la operación del sistema y, paralelamente, ha procurado renovar su aviación de transporte, mejorar las pistas de aterrizaje y transferir más tropas para la región amazónica, en un lento y constante proceso de envío de unidades de Infantería y Logística, cazas supersónicos y nuevos helicópteros de transporte, ataque y asalto, además de tropas de Fusileros Navales, nuevas embarcaciones fluviales y mejores funciones en los Pelotones Especiales de la Frontera, que se duplicarán en número hacia 2020.
Sin embargo, la mayor demostración del avance operacional corrió a cargo de la Fuerza Aérea Brasileña que emprendió nuevas tácticas y formas de combatir utilizando Aeronaves de Control Remoto del tipo RQ-450 (ARP, por sus siglas en portugués). Estos ARP recibirán la misión de localizar las pistas ilegales utilizadas por bandas criminales en la frontera. Operando en conjunto con los sofisticados aviones E-99 Guardião, localizarán objetivos para los cazas A-29 Super Tucano en la oscuridad.
Estos turbohélices alcanzarán las pistas de aterrizaje clandestinas utilizando bombas de 230 kilos con extrema precisión proporcionada por sistemas de visión nocturna y ordenadores capaces de calcular continuamente el punto de impacto de las bombas.
Los cazas Northrop F-5EM de Manaus y desplegados en Tabatinga se encargarán de proveer la superioridad aérea en la región. LasFuerzas Especiales y de Infantería de Selva darán cobertura a las acciones en tierra donde concurren Policía Federal y de órganos de fiscalización del Gobierno brasileño, contando con el apoyo de helicópteros de la Marina, del Ejército y de la Fuerza Aérea, operando en conjunto.
Los helicópteros utilizados por la FAB también demostraron el poder de fuego mejorado, especialmente en el caso de los Black Hawk, que también está siendo utilizado por la Aviación del Ejército en la Operación Ágata. Los cazas A-29 Super Tucano, probados en combate por la vecina Colombia contra las FARC, repiten el éxito operando en difíciles condiciones en la región de la Amazonía tanto de día como de noche.
La compleja base logística y centro de operaciones expedicionarias montado en Tabatinga, ciudad fronteriza con Colombia (ciudad de Letícia), permiten a los comandantes brasileños tener acceso a comunicaciones digitales de gran velocidad, centro médico de campaña, completo apoyo de combate e inteligencia de calidad actualizada constantemente.
En la práctica, las tres fuerzas dieron pruebas de sus capacidades de operación conjunta en un terreno considerado de difíciles condiciones utilizando nuevas tecnologías y doctrinas de empleo de forma efectiva.
La Operación Ágata también ha significado un importante cambio estratégico y diplomático del Gobierno brasileño. Continua la postura humanitaria, pacífica, de integración con los países del continente sudamericano, pero al mismo tiempo bajo el lema se ha podido ver en las boinas y gorras de los soldados brasileños el dicho “que no osen amenazar nuestra Amazonia”.
La Fuerza Aérea Brasileña ha estrenado operativamente el Avión No Tripulado (UAV) Hermes RQ-450 durante la Operación Ágata, desarrollada en el Amazonas para frenar las actividades ilegales en la frontera entre Brasil y Colombia.
El nuevo UAV, de origen israelí y operado conjuntamente con los cazas A-29 Super Tucano y los aviones E-99, ayudó a localizar y destruir pistas de aterrizaje clandestinas, precisamente una de las funciones del RQ-450.
En apenas unas horas de vuelo, el Hermes recogió toda la información precisa para la misión de ataque. “Conseguimos saber varios detalles del objetivo e incluso pudimos comprobar que no había gente en el lugar y así garantizar la seguridad durante el lanzamiento de bombas”, explicó el teniente coronel Richard Laux, comandante del 1º/12º GAV-Escuadrón Hórus, la primera unidad militar de Brasil en utilizar los RQ-450 de forma operacional.
Durante la Operación Ágata, el Escuadrón Hórus está localizado en una pista oculta en la selva. Desde allí, el RQ-450 opera sobre una amplia zona de la región. Con una autonomía de hasta 16 horas, el avión, de apenas seis metros de largo, realiza misiones de reconocimiento, vigilancia, búsqueda e inteligencia. Todas las informaciones son transmitidas en tiempo real a los centros de mando de Manaus y Brasilia, la capital de Brasil.
Una de las principales ventajas de utilizar un avión dirigido por control remoto es que posibilita misiones de varias horas, con la rotación de las tripulaciones que operan en la estación de tierra. Además de evitar la fatiga, los militares permanecen lejos de cualquier amenaza que pueda darse, como el fuego hostil.
Además, los RQ-250 son silenciosos y difíciles de localizar, y, en caso necesario, tanto el avión como la estructura de apoyo pueden ser transportados a otra ubicación de forma fácil y rápida.
Tres pistas de aterrizaje clandestinas
Desde el inicio de la Operación Ágata, a principios de agosto, la Fuerza Aérea Brasileña ha localizado y destruido tres pistas de aterrizaje clandestinas.
La última fue descubierta el pasado jueves en la misma zona crítica del Amazonas donde se habían localizado las otras dos: la región conocida como “Cabeza de perro”, que comprende los límites territoriales de Brasil, Perú y Colombia.
A las 3 de la mañana, y utilizando gafas de visión nocturna y sistemas de reconocimiento de largo alcance, los aviones de la Fuerza Aérea Brasileña consiguieron lanzar ocho bombas de 230 kg sobre el objetivo, situado a unos 1.000 km de Manaus, capital del estado de Amazonas.
Un avión de reconocimiento radar R-99 localizó la pista y siguió la misión para garantizar la seguridad de la zona, con el apoyo del UAV RQ-450. El ataque fue realizado por cuatro cazas A-29 Super Tucano equipados con dos bombas cada uno. Además, los ordenadores de estos aviones calcularon automáticamente el punto de impacto, lo que aumentó la precisión del ataque en medio de la noche.
FUENTE:
Infodefensa
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