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sábado, 25 de agosto de 2012

Hacia un nuevo pensamiento estratégico de la Defensa Nacional

Por Carlos Pereyra Mele

Argentina desde el reinicio de la ultima etapa de la democracia (1983), después de la oscuridad de la noche de la dictadura cívico militar que nos arrastro a periodos de tiempo que parecían ya superados por la historia nacional, llevo a que su sociedad, por la crisis social que llevo el cambio de modelo “económico” procesista y el horror de los métodos aplicados para su instrumentación, a que rechazara toda actividad relativa a fortalecer el aparato defensivo y a los organismos que integraban un sistema de seguridad y defensa nacional.

Mientras esto ocurría en nuestro suelo, la dinámica política internacional y económica mundial se desarrollo a gran velocidad con la ultima la “globalización” de los años 80, lo que llevo a un proceso no neutro y ni homogéneo y que además fue asimétrico totalmente en detrimento de los países mas débiles y que se dinamizo a partir de la disolución de la Unión Soviética; que nos fue presentada como la panacea final del sistema financiero capitalista que cerraba en un “mundo uno” donde los conflictos serian eliminados y el desarrollo del mundo seria la nueva etapa a vivir por la humanidad, el llamado “Nuevo Orden Mundial” encabezado por EE.UU. y sus aliados tradicionales de la troika: la Unión Europea y Japón; fueron los tiempos del fin de la Historia y prácticamente la disolución de los estados nacionales como los habíamos conocidos, lo cual transformo y calo hondo en Argentina como modelo internacional, y partir de ello, teniendo como antecedentes las desastrosas experiencias con el partido militar, se procedió a un desguase del aparato de la Defensa Nacional y la reducción a su mas minima expresión a las fuerzas armadas nacionales; es mas, la Argentina unilateralmente declaro que carecía de hipótesis de conflicto y por ello, se acompaño con un proceso de reducción defensiva y esto fue muy palpable con los presupuestos nacionales destinado al área de la Defensa, que no solo se redujeron sino que son los mas bajos en relación de los presupuestos de los países del continente suramericano, tomando la relacion porcentaje del presupuesto sobre le PBI.

Esta actitud de carencias de Hipótesis de conflicto o desafíos como se le quiera llamar, no ha sido acompañado por la región, ni el mundo y tampoco como sabemos no es garantía de nada, dado que la desmantelación fue unilateral sin recíprocos actos por partes de los vecinos que tampoco nos garantizan la seguridad ante los nuevos desafíos del nuevo desorden mundial al que asistimos. Ya que el mundo esta en un cambio profundo nuevamente, los paradigmas ochentosos demostraron ser nada mas que un ideología fundamentalista para aplicar un nuevo modelo de explotación y de división internacional del trabajo que primero fue resistida, luego cuestionado y posteriormente atacada, mas, cuando los resultados de las mismas terminaron en catástrofes nacionales y regionales (Nuestra Patria que fue uno de los bancos de prueba de la misma, estallo en el 2001 como es por todos conocidos, como un anticipo de lo que hoy recorre fundamentalmente Europa, o los países árabes en rebelión con su llamada primavera revolucionaria) Lo que podemos vislumbrar en un nuevo orden mundial en formación que es el multipolarismo en contra delunipolarismo occidental encabezado por los Estados Unidos, y es el fortalecimiento de las llamadas potencias emergentes el: BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y la consolidación de nuevos espacios económicos continentales (Acuerdo de Shangai; Acuerdo Ruso-Chino; la Unión Europea; el Nafta), en nuestra región se dio el avance profundo del MERCOSUR a pesar del permanente ataque de los que le daban escasa vida y que se vio fortalecido con el ingreso Venezolano reciente (punto que lo veníamos sosteniendo desde el 2003 en el Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos CeeS). Por ello la situación mundial, regional y el cambio en paradigmas económicos que se dio en el País a partir de la crisis del 2001 con un sostenido crecimiento económico, nos obliga a volver a repensar el modelo de sistema de Seguridad y Defensa Nacional, dadas las nuevas situaciones reitero nacionales, regionales e internacionales.

Primero debemos plantear que la seguridad y la defensa no son un rol exclusivo de los organismos militares solamente, pues en definitiva son el último argumento que un estado o un organismo defensivo regional debe utilizar para enfrentar a sus amenazas directas, sino que se debe capacitar y sensibilizar a las autoridades políticas, civiles, organizaciones intermedias, sociales y militares en temas como: Identidad Nacional, Sistema de Seguridad y Defensa, Planificación, Movilización, y en las Políticas de Estado para sostener este modelo. Pues la Defensa Nacional esta fuertemente ligada a temas como: la investigación y desarrollo de tecnologías de punta, la provisión de materias primas estratégicas y alimentos, la industria básica y la ocupación del territorio.

La defensa de un país se organiza a partir de las hipótesis de conflictos o desafíos, es decir de las probabilidades de mantener un conflicto armado con determinados países u organismos militares extranjeros, como es el caso Malvinas (Base militar de OTAN). En general, desafíos actuales ya no son para la mayoría de los países relacionados con los países vecinos. Sino en la defensa de sus recursos que en general están compartidos, es mas en la actualidad “la lucha por el control de los recursos”, es el mayor desafío para este continente que es el más apetecible por los mismos, por parte de la ya referida Troika y las Potencias Emergentes. Para ello es una muy buena noticia el accionar de la UNASUR y del consejo de defensa suramericano (CDS) en estos temas.

Pero la Argentina, no debe dejar librada su seguridad y defensa a organismos supranacionales solamente y en ese aspecto, en esta línea es importante destacar las principales características de nuestro país para extraer conclusiones y hacer un nuevo proyecto nacional:

1. Península templada en el Hemisferio Sur.

2. 8º País del Mundo en Extensión.

3. Población Étnicamente Homogénea, pero con creciente polarización social.

4. Posición Excéntrica al grueso del tráfico mundial.

5. Oposición de Estaciones Climáticas con el Hemisferio Norte.

6. País Atlántico por su geografía y su historia.

7. País Antártico por su geografía.

8. País de Convergencia de tráficos y culturas.

9. País – Síntesis en lo histórico –cultural con tendencia a ser un mosaico cultural.

10. País de ardua institucionalidad.


Y estas definiciones nos llevan a considerar las siguientes líneas de acción para consolidar nuestro espacio de seguridad y defensa del mismo: INTERESES NACIONALES ARGENTINOS EN EL ORDEN GEOPOLÍTICO:

1. Identidad Nacional con bases culturales y territoriales propias.

2. Libertad de acceso al Río de La Plata.

3. Libertad de abastecimientos energéticos: petróleo, gas, hidroelectricidad, etc.

4. Sólida conectividad regional argentina.

5. Integración equilibrada en el MERCOSUR y la Dorsal del Pacífico.

6. Abastecimiento de agua potable.

7. Presencia en el Atlántico Sur – Occidental incluyendo las Malvinas, la

Costa Antártica y el Arco Antillano Austral. Delimitación de la

Plataforma Epicontinental Argentina.

8. Mantenimiento de la geografía natural de la Cuenca del Plata.

9. Configuración regional con equilibrio, seguridad y desarrollo de las regiones fronterizas

10. Estructura social equilibrada con alto nivel educacional.

Para poder desarrollar:

1. Un NUEVO PROYECTO NACIONAL para el mundo que viene, no el que fue; debemos prepararnos para las “políticas del futuro” o las “guerras del futuro” y no la política y la sociedad del pasado.

2. REPLANTEAR el funcionamiento político – institucional ante el gran divorcio entre las expectativas populares y las instituciones actuales.

3. EDUCAR (o reeducar) a nuestras nuevas generaciones – sin ningún tipo de prejuicios

Ideológicos – para el MUNDO QUE VIENE.

4. RECUPERAR firmemente el timón y el manejo del Estado para saldar la enorme brecha existente en la estructura del ingreso nacional, en la carencia de seguridad y en la necesidad de generar usinas de pensamiento y acción para toda la Argentina.

5. DESARROLLAR sostenidamente una política de integración regional interna y sudamericana a través de políticas activas en la producción, el empleo y la Infraestructura.

6. Hacer filosófica y políticamente un balance crítico de los períodos pasados, rescatando en los mismos sus aspectos positivos para la Argentina y asumiendo sus errores y fallas (ver equilibradamente los pro y contra del modelo del estado de bienestar, de la democracia liberal, de la modernización neoconservadora de los noventa, de los motivos de los ciclos autoritarios y sacar las necesarias conclusiones para el siglo XXI).

Con estas pautas puestas en practica, si se pueda realizar acciones tácticas para poder alcanzar un alto desarrollo de nuestra defensa y seguridad, que en la actualidad están muy deteriorada y que incluya temas claves como: Fronteras; Fuerzas Armadas flexibles y de rápido desplazamiento con alto poder tecnológico y de fuego, para disuadir a cualquier agresor externo; una Inteligencia nacional que va mucho más allá del espionaje, porque implica obtener y procesar los datos sobre otros países, necesarios para conocer cual es su capacidad de intervención. Por lo tanto, no solo está referido a conocimientos sobre instalaciones militares y armamentos, sino también a cuestiones políticas, demográficas, económicas, geográficas y culturales que resultan de importancia para adoptar las medidas de control y defensa necesarias. Esto debe ser acompañado por el estudio de las relaciones internacionales y la geopolítica que tiene una gran importancia para los diseños y acciones de defensa. Las relaciones internacionales como disciplina, permiten comprender los intereses y movimientos estratégicos de las naciones, grupos de poder o grupos económicos, así como las alianzas que forman entre ellas, para establecer la situación de cada país en ese cuadro y los riesgos potenciales a los que nos encontramos sometido. La geopolítica, resurgida en la globalización, establece las implicancias políticas y militares de ciertas áreas geográficas, y por lo tanto las necesidades de defensa que se derivan de ello. Y esta debe ser nuevamente incorporada en las currícula universitarias, de la cual fue eliminada por las corrientes neoliberales al hablar del mito del “fin de la historia”. Esto debe dar lugar a nuevos: Pactos internacionales de defensa, establecer, alianzas entre ellos por diversas razones comerciales, culturales, políticas, geográficas, etc., que incluya alianzas y acuerdos de defensa mutua, y eliminar Tratados que no nos sirven a los suramericanos y a los argentinos en particular como es el caso del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), muy afectado después de su ineficacia en la Guerra de las Malvinas (1982). Por ultimo con un país con una política de Seguridad y Defensa reestructuradas según los objetivos antes mencionados debe redefinir la lucha contra «Terrorismo» y narcotráfico, los cuales son un dilemas de la defensa moderna, pero encuadrados según nuestra propia clasificaciones y no según los dictados de potencias extranjeras que son las que hasta la actualidad han hecho de ellas la herramienta de intervención en distintos lugares del planeta.-

Lic. Carlos A. Pereyra Mele

www.DossierGeopolitco.com.ar



About Lic. Carlos A. Pereyra Mele

Licenciado en Ciencia Política , Analista Político, especialista en Geopolítica Suramericana, Prof. invitado Cátedra Libre del Pensamiento Nacional Unv. de la Patagonia; CEES, y CIVIS.
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