Orban, se ha mostrado este miércoles «orgulloso» del trabajo realizado por su Gobierno durante el último año y medio para aplicar una reforma constitucional que la Comisión Europea ve con preocupación, pero ha prometido que viajará a Bruselas la próxima semana para pactar correcciones de manera«fácil, rápida y eficaz».
Orban ha comparecido este miércoles ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia) para explicar su posición, un día después de que el Ejecutivo comunitario lanzara tres expedientes sancionadores contra Hungría para exigir cambios en nuevas leyes, al considerar que vulneran los derechos y valores fundamentales que defiende la Unión Europea.
En concreto, Bruselas ve problemas en la legislación húngara que limita la independencia del Banco Central nacional y de la agencia de protección de datos, así como reformas en la judicatura que obligan, por ejemplo, a adelantar la jubilación obligatoria de los jueces de los 70 a los 62 años. En su intervención ante los eurodiputados, Orban ha afirmado que su Gobierno emprendió una «enorme renovación« porque era «urgente» y estaba «justificada» por la «difícil« situación que atravesaba el país.
«Vivían más personas del dinero del Estado que de la economía (...). Hicimos un trabajo del que estamos orgullosos», ha justificado. El primer ministro húngaro ha enumerado las virtudes de la reforma de la Constitución que ha promovido y de otras leyes aprobadas con las que, se ha acabado con organismos paramilitares, equilibrado los presupuestos y mejorado la protección de las minorías, entre otras cuestiones.
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