Para algunos podría aparecer exagerada la controversia y los titulares de la prensa alternativa que catalogan como base militar de Estados Unidos en Chile al centro de entrenamiento para las “Fuerzas de Paz” recientemente inaugurado en la localidad chilena de Concón, a unos 30 kilómetros al norte del puerto de Valparaíso. Pero podría ser más bien lo contrario: una subvaloración de la magnitud de las relaciones entre las fuerzas militares y de seguridad de los Estados Unidos y Chile.
por Cristián Opaso / El Ciudadano
Es que más allá de que hayan o no instalaciones de entrenamiento permanentes -como lo es la del Fuerte Aguayo en Concón- todas las ramas de las Fuerzas Armadas, incluidos la Policía de Investigaciones y Carabineros, mantienen intercambios que han ido in crescendo desde la vuelta a la democracia, luego de un breve periodo de declive dado el embargo parcial impuesto por la enmienda Kennedy a fines de los 80′s.
Pero no se trata sólo de entrenamiento, operaciones conjuntas e intercambios de todo tipo. Está el equipamiento vendido a las Fuerzas Armadas -por supuesto a precios multimillonarios- en su época de lo más avanzado del continente, tanto que, en el caso de los F-16, hasta el ex presidente de EEUU, Jimmy Carter, recomendó no llevar a cabo la venta por significar un innecesario salto en la carrera armamentista en la zona.
Pero hay más, mucho más. Chile aparece, cual disciplinado alumno, promoviendo ejercicios militares en la región y manteniendo privilegiadas relaciones militares con los EEUU. No es casualidad que el secretario de defensa Leon Panetta, en su primera visita a América Latina haya elegido visitar Colombia, Brasil y Chile.
Por otra parte se continúa operando e instalando sofisticado instrumental tecnológico de carácter científico/humanitario que a la vez cumple funciones militares, como lo son las instalaciones que aún operan en Isla de Pascua y la red de sismógrafos y sensores acústicos supuestamente operados por una agencia de la ONU para detectar pruebas nucleares.
Pero hoy en día, aunque contamos con sofisticadas bases de datos accesibles a cualquier ciudadano, por lo menos a los que hablen inglés y puedan acceder a la red, en estas aparecen sólo los programas oficiales. Tras los atentados de aquel otro 11 de septiembre, el del año 2001, muchas de las regulaciones impuestas a las fuerzas militares y las agencias de inteligencia del país del norte se han relajado y hoy son legales asuntos tan graves como asesinar personas sin juicio previo y detener ciudadanos estadounidenses sin brindarles acceso inmediato a un abogado. Son numerosas las nuevas agencias y programas y no es fácil, sino imposible, rastrearlas todas.
Chile, a mediados de la década de los 70’s fue símbolo de la intervención de los Estados Unidos. De hecho las denuncias de prensa sobre aquella intervención, ilegal y hasta entonces desconocida, gatillaron la Comisión Church del Senado que a su vez llevó a implementar una serie de regulaciones y fiscalizaciones a los militares y aparatos de inteligencia, muchos de las cuales hoy se relajan o simplemente se desconocen.
Es una paradoja que nuestro país no haya aprendido la lección.
LA PAZ DE LOS PALOS Y FUSILES
El pueblito de ocho edificios que costó medio millón de dólares, puestos por el gobierno de los EEUU, no es sólo un pueblecito de cowboys para que los soldados jueguen a las operaciones de paz. De juego lamentablemente tiene poco y de paz, menos.
Aunque se publicita como una instalación para capacitar “personal encargado de ejecutar operaciones de mantención de la paz o de estabilidad civil en zonas urbanas”, la presencia allí de funcionarios del Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros (Gope) y de Investigaciones, con sus correspondientes uniformes, no es casual ni se limitaría sólo a que éstos compartan sus conocimientos profesionales.
De hecho desde el año 2004 Chile toma parte en los ejercicios llamados Fuerzas Comando, que incluyen una “competencia de destrezas en operaciones especiales y un seminario de dirigentes senior diseñado para mejorar las relaciones y aumentar la cooperación”. Entre las destrezas en las que se entrenan los muchachos están los de puntería de francotiradores, registro y ataque, disparo y fuga, etc. En 2004 participaron 13 países, en el 2009 el número subió a 23.
Pero existen otros ejercicios, también poco conocidos, como los misteriosos ejercicios llamados Estrella del Sur (Southern Star) que tendrían lugar todos los años y que agruparían a fuerzas especiales de cuatro países sudamericanos, además de las de Estados Unidos. Y adivinen dónde se lleva a cabo: pues, en Chile.
El sitio web del Comando de Operaciones Especiales Sur (Special Operations Command South (SOCSOUTH) dependiente del Comando Sur (US Southern Command), lo señalaba textualmente (en inglés) el 24 de abril
“…fuerzas de Operaciones Especiales de cuatro países sudamericanos y los Estados Unidos se reunieron recientemente en Chile para ejercitar su capacidad de comando y control de una fuerza multinacional que conduce operaciones de estabilización, mientras implementa una resolución del Consejo de Seguridad (ed. de la ONU). El propósito de este ejercicio de 10 días era el de aumentar la interoperabilidad y aumentar la capacidad de los países participantes para funcionar como una fuerza multinacional, lo que a su vez aumenta sus habilidades para enfrentar riegos transnacionales. Estrella del Sur es un ejercicio conjunto anual de entrenamiento multinacional auspiciado por el Comando Sur de los Estados Unidos, cuyo anfitrión es Chile y que se hace casi totalmente en español”.
Al día siguiente el párrafo con la información de Chile ya no aparecía en la página.
¿Tendría algo que ver con la visita que lleva a cabo el ministro de Defensa Leon Panetta a Santiago este jueves 26 y viernes 27 de abril?
No hay razones para creerlo, pero el secretismo y la información a medias parece ser la tónica en estas materias.
Consultada la oficina de prensa de la Embajada de Estados Unidos respecto a la agenda del alto funcionario de EEUU en Santiago, dijeron desconocer una reunión de dirigentes militares de America Latina que tendría lugar estos días.
Sin embargo la página web pública del Comando Sur dice textualmente que como continuación de la operación PKO-A 2012, cuya segunda fase tuvo lugar en Concón entre el 2 y el 6 de abril, “la tercera fase será un Seminario de Dirigentes Senior entre el 30 de abril y el 2 de mayo en Santiago. La fase final de PKO-A 2012 será un ejercicio de puesto de comando que tendrá lugar en Santiago entre el 30 de abril y el 11 de mayo”.
Así las cosas. Muchos ejercicios y armamento bajo el agua. Para no hablar de las instalaciones secretas y demases.
Es de esperar que las olas del mar de la historia y la no-violencia lleven al iceberg a buen y pacífico puerto.
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