La noticia data de septiembre del 2.011 y habla de la extraordinaria preocupación de ciertos militares ingleses por un acercamiento entre China y Argentina que conduciría a que el país sudamericano recupere el archipiélago usurpado por Gran Bretaña desde el 2 de enero de 1833, cuando llegó hasta allí la fragata de guerra británica HMS Clío, al mando del capitán J. J. Onslow, quien tomó posesión de las islas en nombre de la corona británica.
Veamos de qué se trata: básicamente, un informe de la Asociación Nacional de Defensa del Reino Unido, que advirtió sobre el riesgo de "perder las islas a manos de la Argentina con el respaldo de China", sugiriendo que el Reino Unido debe aumentar su presupuesto para la Defensa del 2 al 3 por ciento de su PBI, mayor inversión en políticas de Defensa para evitar "errores caros y posiblemente catastróficos" , pues, en opinión de estos militares "las Malvinas son una fruta madura para la cosecha en caso de que la Argentina, con el apoyo de su aliado China, elija avanzar sobre las islas"; como para imprimirle mayor gravedad al informe señalan que el enfoque pacífico argentino con respecto a la soberanía de las islas podría cambiar "de un día para el otro; el comodoro Andrew Lambert declaró: "el público británico no está al tanto de cuán fino es el hielo y cuán mal podrían ponerse las cosas" en la colonia austral.
Hasta allí lo que ha sido transmitido por distintos medios.
A nuestro modo de ver la realidad, existen al menos 2 formas de evaluar estas manifestaciones de militares ingleses:
1. de un modo positivo, suponiendo que se trata de un fortalecimiento de la capacidad de presión internacional argentina y un favorable estado de relaciones con las nuevas potencias mundiales, en este caso, China.
2. considerando que bien puede tratarse de una de tantas maniobras típicas conque las potencias dominantes preparan el terreno para posibles salidas militares que pudieran ser necesarias implementarse en lo futuro.
Es claro que el fortalecimiento económico de Latinoamérica y su posición díscola frente al tradicional predominio de la política exterior estadounidense para la región, con la dinamitaje del ALCA, nacimiento de UNASUR y posteriormente CELAC, no deja conformes a los antiguos regidores del mundo occidental: nadie gusta de la competencia.
La experiencia indica que países como EE.UU., Inglaterra y Francia acostumbran sembrar rumores infundados que justifican luego la acción militar en territorios que quieren bajo su control directo; bien puede ser el caso; si es así oiremos en los años por venir nuevas versiones que hablen de una planificación estratégica por parte del gobierno argentino tendiente a tomar acciones de corte militar con el apoyo de potencias extranjeras, a fin de recuperar el territorio insular en disputa.
Nada de esto puede ser avalado desde los medios de prensa nacionales y populares; no puede tomarse seriamente la posibilidad de una salida armada para las Malvinas; el archipiélago será recuperado en el largo plazo como una consecuencia inevitable del debilitamiento británico (un proceso que no deja de acentuarse desde la independencia de la India) y el fortalecimiento político internacional unido al auge económico de La argentina desde principios de la primera década de este milenio.
No es solo La Argentina sino todo el sub continente el que puede ser objeto de campañas de esta índole apuntadas al objetivo de caracterizar a la región como una de tendencias militaristas de ultra izquierda; Venezuela ya ha sido sindicada como integrante de un supuesto eje del mal y, como en anterior artículo advertimos, tarde o temprano será objeto de agresión armada por USA y socios de rapiña
Por lo tanto, debemos ser cautelosos cuando estemos en presencia de rumores de esta calaña.
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