Editorial del sábado 21 de abril de 2012 en el Programa Horizonte Sur
Jorge E. Rulli
La expropiación de una parte del paqueta accionario de YPF ha logrado insuflar entusiasmo, al menos momentáneo, en algunas pasiones adormecidas. Aunque tal como expresara Alfredo Grande, confundir el cambio de dueño de un paquete accionario con el concepto de Soberanía parezca un poco excesivo, muchas buenas personas están tan, pero tan necesitadas de un gesto que les recuerde las épocas que intentan evocarse y que en definitiva se simulan, que parecen dispuestas a creer que puede haber un poquito de resarcimiento de la Soberanía Nacional, es decir que pueda haber Soberanía tan solo en un fragmento de la realidad, en esta oportunidad, en una parte del paquete accionario de YPF, y que podríamos olvidar que la Soberanía es por excelencia un concepto integral, absoluto y reparador del sometimiento colonial… Una cierta alharaca nacional y popular, se repite, nos aturde y pareciera tratar de que olvidemos la terrible realidad subyacente que ha generado el progresismo. No importa lo que digan e importa poco lo que hagan con sus políticas de corto alcance ante las coyunturas y circunstancias porque atravesamos, la Argentina diseñada en los años noventa por el neoliberalismo, se mantiene intacta en su formato agro exportador y extractivista, y no solo se mantiene, sino que ese modelo ha sido fortalecido, en especial a partir de que ahora cuenta con respaldos de izquierda, que jamás tuviera en aquellos años locos de la Maria Julia, de las fiestas negras en la rosada, del ministro Cavallo y las pizzas con champaña. Lo que el progresismo camporista ha conseguido, es que lo que pareciera ser propio de la política, de los medios, de lo jurídico o de lo discursivo, acapare nuestra más completa atención e incluyo todo lo concerniente a la vida en las grandes ciudades y a los temas ideológicos. Mientras tanto, el modelo de producción, los desarrollos biotecnológicos de la Argentina propios de una ciencia marcadamente empresarial, las enormes y crecientes dependencias a los mercados globales y a China, tanto una agricultura química como la megaminería, los reemplazos de nuestra genética por semillas GM e inclusive lo atinente a lo rural y a los ecosistemas, son temas que poco y nada parecieran importar al común, mucho menos a los intelectuales. Aún más todavía, son temas que el común no solo ignora sino que in visibiliza. Se vive en el reino de lo urbano y en lo urbano ciertos temas no existen, tanto como poco importa de dónde provienen las hamburguesas o los cuartos de pollo que tomamos de las góndolas. He notado que hasta no hace mucho, quienes viajaban en ómnibus al interior, al volver solían comentar el no haber visto gente de a caballo, les llamaba la atención que solo se veían campos de soja o que inclusive, el ómnibus había sido fumigado por un avión rasante sobre una ruta santafecina bordeado por sojales. Siento que esos comentarios lamentablemente, han disminuido o acaso han desaparecido, tragados por la gravedad de los problemas propios del mundo urbano en que vivimos, y aunque uno trata de no imaginar conspiraciones, resulta llamativo que los ómnibus de larga distancia, ahora tengan siempre corridas sus cortinas, cuando no pintadas sus ventanillas, y que no bien uno se acomode le proyecten películas casi hasta la hora de llegada… No importa los kilómetros que recorramos, partimos siempre desde una Terminal de Ómnibus en una ciudad cualquiera y descendemos en otra… la Argentina continúa siendo el planeta urbano que una clase dirigencial neodesarrollista diseñó para nosotros…
Que más allá de aquellas intenciones, esas megalópolis se han tornado en lugares cada vez más inseguros es algo que no puede negarse. Como si todos los problemas que sufrimos en las ciudades producto de la falta de infraestructuras, de la incompetencia y de la desidia de los gobiernos municipales, de las instituciones de seguridad corruptas e incapaces de renovarse sino en sus peores aspectos, como si todos esos problemas fuesen pocos, tuvimos recientemente un tornado, un tornado cuyas consecuencias fueron muy dolorosas sobre una importante parte del conurbano bonaerense… Las catástrofes, suele suceder, dejan expuestas las peores debilidades de una sociedad, sus miserias encubiertas, la pereza y el desinterés de los responsables… En este caso, la situación excedió las peores previsiones. En horas volvimos del 2012 al 2001, la sociedad argentina retornó con cierta naturalidad a los piquetes y a los saqueos a supermercados. Con una diferencia importante, ahora los medios en cambio de atizarlos, encubrieron y disimularon los sucesos que ocurrían en las periferias urbanas. El país no ha cambiado en algunos aspectos, pero ha cambiado sin embargo muchísimo en otros. Ahora nos llamaba la atención que halláramos el centro de Buenos Aires ocupado por sus temas cotidianos, los medios de comunicación enfrascados en los escándalos propios de cada día, que los temas de los bares y de los lugares donde la política se instala fuesen las especulaciones y las luchas habituales entre camarillas, y sin embargo al llegar al Río Reconquista en el Gran Buenos Aires, ver las hogueras con que los barrios afectados, cortaban los puentes y las avenidas… La nuestra es una Argentina fragmentada que se desinteresa ahora por la suerte de sus fragmentos, en la medida en que estos fragmentos ya no hacen a la suerte del conjunto, ni pueden siquiera romper la tragedia de la indiferencia. Lo que está ocurriendo prueba aquello que tantas veces anticipamos, el país que estalló en bronca con De la Rua no ha sido modificado, todo lo contrario, la Sociedad hoy es mucho más vulnerable que en aquellos días. Basta un día sin electricidad y ya no hay agua, ni comida y las disciplinas sociales se desmoronan… No existen las huertas, ni los gallineros, no hay limoneros, tampoco hay reservas de comida como para resistir… no hay reservas materiales o morales…toda nuestra vida se ha precarizado y parece que ya nos sabemos vivir sin muletas, tal como discapacitados, es la consecuencia de los planes y de las ayudas asistenciales, que durante años hemos querido ver como positivas, pero que no son ingenuas ni inocentes en manos de una clase que las utiliza como herramienta de Poder y de sometimiento…
La Doctrina que inspira a este neoperonismo progresista es clara y ha sido expuesta de manera magistral por el ex secretario de Transporte de la Nación que, por presentar la verdad de esa manera descarnada ha sido reemplazado… Lo manifestó en ocasión de la tragedia de Once, y lo reproducimos según nos quedó en la memoria… algo así como que, si a tantos pelotudos no se les hubiese ocurrido viajar ese día y a esa hora, esa desgracia no habría ocurrido o habría sido mucho menor… Cuando teníamos gobiernos militares solían escucharse este tipo de sandeces, pero se las acusaba a la vida de cuartel. Ahora, es la dirigencia civil que tenemos y que hemos votado. Nos enteramos por la prensa que, en Angola cuando los trescientos empresarios que lo acompañaban en su gira al Secretario Moreno se retiraban a sus habitaciones del hotel, el secretario de comercio con extraño sentido del humor les solicitaba que dejaran los cinturones en la conserjería…Es el camporismo, en aquel caso de Angola con Spadone de asesor, el de la leche podrida para los niños pobres, en el caso de YPF es en cambio con Dormí, el gran privatizador de la época de Menem, ahora asesorando a De Vido para reestatizar las empresas que él mismo privatizara en los años noventa.
Pese a los muchos esperanzados y bondadosos que confían en que convocar de nuevo a las energías de la Nación sea una fuente milagrosa que ponga en marcha procesos de reparación nacional, los sucesos de esta semana no logran modificar en mí, la sensación que vivimos una situación de naufragio. El kirchnerismo está cambiando de piel y rápidamente se deshace de los restos de una vieja militancia camporista que ya no necesita. No pretendemos hacer futurología, pero resulta evidente que tanto Carta Abierta como 678 ya no sirven para lo que sirvieron, que cumplieron su rol y que pasaron o pasarán gradualmente a mejor vida. Mientras muchos setentistas no se anotician de que, políticamente han muerto o de que se están muriendo para el régimen que los alimentaba, el Gobierno tiene, además de miles de cargos funcionariales sin mayores tareas asignadas, zonas periféricas, difusas y hasta critico/funcionales como las de Tiempo Argentino y otros medios, que operan como limbos donde sostener a los que han sido usados y no se sabe qué hacer con ellos. Mientras tanto, una nueva clase dirigente, más joven y emprendedora, más audaz pero también con muchos menos escrúpulos y mucha mayor voracidad de poder, ocupa sus lugares. En todo caso, se trata de una crisis del gerenciamiento político de la Argentina corporativa, se trata de un recambio de aliados por sectores propios del Agronegocio. Miles y miles de niños nacidos deformes, con difíciles problemas neurológicos o motrices, muchos de ellos con graves deficiencias intelectuales, dan cuenta de los éxitos de un modelo de sojización y producción de Biocombustibles en que se sustentan las políticas progresistas. El destino argentino continúa siendo el de salir a los puertos del Pacífico, para servir las necesidades, supuestamente inagotables de China. Los actuales conflictos con España, esa España tan afectada por la crisis europea, serán vistos por muchos como complejos procesos de des occidentalización, y esa mirada, inevitablemente despertará ilusiones de alcanzar alguna vez una identidad que no tenemos… Son nuevos simulacros, espejismos y confusiones propios de los escenarios que levantan los cómplices del Agronegocio. La crisis energética continúa amenazando, con ocupar todas las ganancias que produce la sojización… Hemos completado de esa manera el círculo vicioso de la dependencia colonial y comprobamos que no existen salidas… En esta situación que busquemos escenarios distractivos en nombre de fragmentos de Soberanía, no habla sino de nuestra incapacidad por asumir la dura realidad que tenemos por delante…
http://www.pararelmundo.com/opinion/circulo-vicioso-dependencia-colonial/
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