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sábado, 24 de marzo de 2012

Así Opera el Comando Sur de Estados Unidos

AVANZA INTROMISIÓN EN LATINOAMÉRICA
Así Opera el Comando
Sur de Estados Unidos


La intervención militar gringa, al asegurar socios en Latinoamérica y establecerse en ella, se proporciona una red de rutas para el control regional y así alcanzar los objetivos estratégicos de Estados Unidos. La “democracia” es uno de sus sistemas de control. Photo endangerednj.blogspot.com / Seinforma

Bajo el rótulo de “lucha contra el terror”, Estados Unidos se asegura el acceso a áreas donde abundan recursos naturales. Es un plan geoestratégico que avanza con la extensión del Plan Colombia al Plan Patriota, el Plan Puebla-Panamá, la Iniciativa Andina, el Proyecto Horizonte, la reactivación de la IV Flota, las Locaciones para Operaciones de Avanzada (FOL) y otros numerosos asentamientos militares establecidos en Centro y Suramérica.

Por Maira Vásquez / Editora Política de Seinforma

Buenos Aires.- El despliegue de tropas a nivel internacional relanzado por EE.UU. ha cobrado en la última década una magnitud incalculable.

Dicho despliegue se encubre bajo rótulos de apoyo y ayuda a los Estados “incapaces de gobernarse y/o inestables” y cuyo único fin es el control efectivo del terreno para el sostenimiento de la estabilidad y equilibrio de la estructura del sistema internacional y de las relaciones en él establecidas; es decir, el predominio de su hegemonía.

Hegemonía, que no implica per se un dominio garantizado y salvaguarda de sus intereses, lo cual se traduce en una observancia relativa a los asuntos internos de los países del Sur.

Con sus orígenes en 1941, tras el establecimiento del Comando Caribe de los Estados Unidos (United States Caribbean Command) y la posterior extensión de su campo de acción territorial a Centro y Sur América en 1963, el incremento del despliegue y accionar del Comando Sur de los Estados Unidos (USSOUTHCOM, United States Southern Command) se vio fortalecido y extendido por medio de diversos planes de cooperación.

Este conjunto de acciones genera una red interconectada que responde exclusivamente a la misión del USSOUTHCOM, orientada por la Estrategia de Seguridad Nacional, la Estrategia Militar Nacional y la Estrategia de Defensa Nacional, consistente en “la conducción de operaciones militares y la promoción de la cooperación en materia de seguridad para alcanzar los objetivos estratégicos de Estados Unidos”,según lo establece el documento titulado “United States Southern Command Strategy 2018”, publicado en diciembre de 2008.

Principio de Guerra Preventiva y Democracia

Este mismo documento afirma que los intereses a largo plazo de los EEUU se sirven mejor de un hemisferio estable, seguro y bajo el imperio de la “democracia”. Así, la percepción de la región se resume en la baja probabilidad de ocurrencia de un enfrentamiento interestatal.

No obstante, el mismo documento reconoce que la democracia atraviesa por problemas sociales, económicos y políticos que amenazan la estabilidad del hemisferio, lo que conduce al desarrollo de una estrategia que apunta a erradicar las bandas delictivas, terrorismo, narcotráfico y producción de drogas, priorizando la erradicación de la amenaza por sobre el problema estructural que los genera y exacerba: esto es, la pobreza, la fragilidad institucional/estatal, la corrupción y la inequidad social.

La solución conlleva el imperativo basado en el empleo de todos los medios del poder nacional estadounidense y la configuración de alianzas regionales para la acción coordinada en la lucha contra aquellos que “nos alejan de nuestros objetivos”.

Asimismo, por medio del documento se hacen explícitos los medios para lograr la estabilidad y seguridad en la región, los que necesariamente implican un control presencial, ampliando y extendiendo su injerencia al ámbito militar.

Las amenazas son presentadas de modo incluyente y su solución en términos éticos, donde la inclusión de todas las naciones del Hemisferio en la lucha para el logro de la estabilidad y seguridad, justifica el expansionismo militar en términos de lucha conjunta contra la actividad criminal internacional.

Esto afecta tanto al centro como a los países latinoamericanos, involucrados e incluso no involucrados, donde EEUU se auto adjudica la responsabilidad de generar las condiciones que conduzcan a la prosperidad del hemisferio. Prosperidad que lleva detrás un dato no menor: la injerencia e intervención en los asuntos internos de los Estados bajo el lema de la cooperación y asociación para las Américas.

En términos de un reconocido analista, el USSOUTHCOM relanza el Sistema Interamericano profundizando la doctrina de guerra preventiva e institucionaliza la Seguridad Cooperativa Hemisférica.

A esto responde el establecimiento físico anticipado por el cual se prevé la contención, represión y control de los conflictos que pudieran atentar contra las instituciones democráticas que no contribuyan a la estrategia geoeconómica estadounidense. La prevención se presenta como único método efectivo a través de la acción anticipada a la existencia misma del enemigo, impidiendo incluso su configuración.

Así, la intervención militar estadounidense, al asegurar socios en la región y establecerse en ella, se proporciona una red de rutas para el control regional que se multiplican a través de la construcción de fuerzas militares dependientes.

Despliegue y accionar

Actualmente existen un gran número de bases y emplazamientos militares que se encuentran lejos de ser producto de resoluciones aleatorias y azarosas. Bajo el rótulo de “lucha contra el terror”, se asegura el acceso a espacios donde abundan los recursos naturales. El despliegue responde a un diseño geoestratégico que avanza con la extensión del Plan Colombia al Plan Patriota, el Plan Puebla Panamá, la Iniciativa Andina, el Proyecto Horizonte, la reactivación de la IV Flota, las Locaciones para Operaciones de Avanzada (FOL), y los numerosos asentamientos militares establecidos en territorio Centro y Suramericano.

La habilitación por parte de Paraguay del ingreso de efectivos del USSOUTHCOM para la realización de operaciones conjuntas y la posterior aprobación del Congreso Nacional de la Ley de Inmunidad en 2005, constituyeron un significativo avance de los intereses de EEUU en la región y junto con esto, como parte del Tratado de Libre Comercio con Perú, se previó el establecimiento de otra base en Perú.

A esto se agrega las capacidades de vigilancia y transporte estratégico que EEUU adquirió con la habilitación colombiana de emplazarse en su territorio. Aunque la Corte Constitucional declaró inexequible dicho acuerdo militar el 17 de Agosto de 2010, el proceso de militarización norteamericano se ha extendido del control terrestre, marítimo y aéreo a los ríos interiores y la injerencia para su reconocimiento legal continúa.

En lo que respecta a la educación y entrenamiento militar, tanto en su forma como en la organización y contenidos, se apunta a un entrenamiento que sirve a los intereses estratégicos y militares de EEUU. Los programas desarrollados exigen capacidades que no condicen con la realidad nacional y que menos aún contemplan la normativa interna de los países.

Dicho adoctrinamiento responde a la finalidad implícita de optimizar los recursos, evitando el empleo de efectivos propios lo que permite la no asignación de recursos e incluso, solventar y reducir la oposición política que el empleo excesivo de personal podría generarle.

Injerencia y Desequilibrio

La ayuda a los países Latinoamericanos para el desarrollo de sus estrategias de seguridad, objetivo planteado en la estrategia del USSOUTHCOM, constituye una injerencia en las políticas internas de las naciones produciendo, en muchos casos, inestabilidad en las ya frágiles instituciones democráticas de la región.

La adopción de medidas y políticas, muchas veces en discordancia con la realidad social, económica y política del país socava las estructuras gubernamentales debido a la disfuncionalidad que genera tanto con el marco normativo interno, como con la propia infraestructura institucional, incapaz de canalizar y dar respuesta a dichas políticas.

Más aún, los modelos de entrenamiento impulsados por el USSOUTHCOM bajo el nombre de “Programas Conjuntos de Entrenamiento”, enfocados al desarrollo de la capacidad interagencial, implica la subcontratación de compañías privadas de mercenarios que proporcionan militares especializados para el entrenamiento de las fuerzas de seguridad, con nuevos equipamientos, dirigidas a sostener el principio de guerra preventiva.

Los operativos “Nuevos Horizontes” y los denominados ejercicios militares conjuntos CABAÑAS, que forman parte de la lógica estadounidense del ejercicio de mantenimiento de paz, pero dirigidos hacia públicos internos, que incluyen además de su componente militar, un ingrediente social (como los ejercicios de ingeniería en zonas pobres, y clínicas médicas para mejorar la salud de la población) no pueden ser vistos más que como un modelo de práctica de injerencia unilateral bajo el imperativo de las crisis humanitarias agravadas o situaciones de desequilibrio e inestabilidad social.

El objetivo primordial de estos operativos se deduce de los principios estratégicos del USSOUTHCOM, tendientes a la integración de los ejércitos del hemisferio bajo el comando de los EEUU en posibles operaciones para el restablecimiento del orden.

El Theater Engagement Plan (Programas de Entrenamiento para la Vinculación), bajo el principio de conjuntez e “interagency”, genera una red de interconexión del USSOUTHCOM donde la formación y entrenamiento militar proporcionan formación para militares y civiles creando una infraestructura de comando, control, comunicaciones e inteligencia para operaciones fijas y móviles en toda América Latina, infraestructura que genera una red de suministro de información y conocimiento situacional del territorio.

El alcance y profundidad de la participación del USSOUTHCOM refleja el acotamiento de los márgenes de autonomía de los países de la región sobre sus instituciones castrenses y demuestra, bajo el principio de presencia anticipada para la contención del desborde de las carencias estaduales latinoamericanas, la presencia militar directa y el control de los distintos espacios regionales.

El cambio de administración en los EEUU dista de reflejar una redefinición de su política exterior en materia de seguridad y defensa. La lógica imperante prescinde mucho de quienes sean los gobernantes de turno, implicando ello la necesidad siempre presente de plantear una estrategia propia desde el Sur en un incremento constante de autonomía económica, política, social y militar.

Notas

1 Dato no menor son los establecimientos que pueden registrarse en América Latina, como la reciente desmantelada base de Manta en Ecuador; la base aérea Tres Esquinas situada al sur de Colombia y la base Larandia en el mismo país; la base naval de Iquitos situada al norte de Perú y, en el mismo país la base naval sobre el río Nanay; en Puerto Rico, la base en la Isla de Vieques (empleada como base naval para la marina de EEUU y como espacio de entrenamiento por la OTAN); en Cuba, la base de Guantánamo que funciona como centro de detención y averiguación de información de prisioneros; la base aérea de Soto de Cano, en Palmerota, Honduras, donde funciona la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo; en Costa Rica, la base de Liberia, cercana a la frontera con Nicaragua; la base en el Salvador, base de Comalapa; las bases en Aruba, Reina Beatriz y en Curazao, llamada Hato.

2 Las FOLs son campos de aviación que, con algunas modificaciones, permiten la detección y seguimiento de las aeronaves. Su funcionamiento puede variar según el acuerdo establecido con el país anfitrión, desde una misión específica como detección y control de la actividad aérea, hasta la participación con las fuerzas del país en operaciones de interdicción. Existen además otros tipos de emplazamientos militares como: Forward Operating Base (FOBs), Forward Operation Sites (FOSs), Cooperative Security Location (CSLs), Main Operation Base (MOBs), Fire Support Base (FSBs).

3 Según una entrevista realizada por Radio Mundo Real a Vidal Acevedo, Coordinador del Programa Desmilitarización y Alternativas no Violentas del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ) de Paraguay, estas tropas pueden controlar tanto las grandes reservas de hidrocarburos del norte argentino y Bolivia, así como el Acuífero Guaraní que constituye una de las mayores reservas de agua dulce de la región.

4 El USSOUTHCOM ha entrenado y equipado a militares en los ríos de Perú (Iquitos) y en Colombia, involucrándose en todos los niveles de operaciones militares.

* Maira Vásquez, Editora Política de Seinforma, es Licenciada en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires, con énfasis en Relaciones internacionales. Le puede escribir a mbvasquez@seinforma.ca

http://www.seinforma.ca/spa/2011/09/16/usscomspa/

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