Publicado el 3/19/12 • en el tema Brasil •
Un tribunal de Brasil emitió una orden que impide abandonar el país a 17 directivos de la petrolera Chevron y de la perforadora Transocean que van a ser acusados penalmente por los recientes vertidos de crudo en el Atlántico, informaron hoy fuentes oficiales.
Entre los directivos se encuentran el presidente de la división brasileña de Chevron, el estadounidense George Buck, otros cuatro estadounidenses, dos franceses, tres australianos, un canadiense, un británico y cinco brasileños.
Los implicados deberán entregar sus pasaportes a la Policía Federal de Brasil y no podrán salir del país sin permiso judicial expreso, en función de la orden cautelar decretada por el magistrado Vlamir Costa Magalhães, del Tribunal Penal Federal de Río de Janeiro, según informó la Agencia Brasil (oficial).
El Ministerio Público (Fiscalía) anunció que la semana que viene va a presentar demandas contra los 17 ejecutivos por su presunta responsabilidad penal en el vertido ocurrido en un pozo de Chevron el pasado noviembre y por otra filtración de crudo en la misma zona ocurrida esta semana.
El primer derrame vertió al mar 2.400 barriles de crudo, según los cálculos de la empresa, que son conservadores en relación a la versión de las autoridades de Río de Janeiro, que creen que pudo alcanzar hasta 15.000 barriles.
El accidente ocurrió en el yacimiento marítimo Campo de Frade, a unos 130 kilómetros de la costa de Río de Janeiro, supuestamente por un error de cálculo en la presión ejercida por la sonda de perforación, que es propiedad de Transocean.
Esta semana se registró una nueva filtración de crudo en el fondo marino, a unos tres kilómetros del pozo, que fue sellado y abandonado por Chevron en noviembre.
La Marina brasileña detectó hoy una “tenue mancha” de crudo de cerca de un kilómetro de extensión en la superficie del océano Atlántico, en la zona de la filtración.
Las autoridades han impuesto diversas multas a Chevron, que también se enfrenta a demandas judiciales que solicitan que se le impida operar en Brasil y que pague cuantiosas indemnizaciones.
Al conocerse el último vertido, Chevron anunció que va a suspender temporalmente la producción de petróleo en el Campo de Frade, que está ubicado en la cuenca de Campos, región donde se extrae cerca del 90 por ciento de los hidrocarburos de Brasil.
Chevron extraía cerca de 61.500 barriles de petróleo por día en el Campo de Frade, que tiene reservas calculadas de entre 200 y 300 millones de barriles de crudo recuperables.
La compañía estadounidense es la operadora del proyecto, con un 51,74 por ciento de las acciones, en el que también participa la estatal brasileña Petrobras, con un 30 por ciento y el consorcio japonés Frade, con el 18,26 por ciento restante.
Fuente: EFE
Tras el reciente derrame de crudo en el Atlántico por parte de la petrolera norteamericana Chevron, las autoridades brasileñas decidieron prohibir a 17 directivos de la compañía que abandonen el país. Asimismo, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) informa de que la mancha de crudo amenaza a la costa de Río de Janeiro.
Los responsables que pronto serán acusados tienen que entregar sus pasaportes a la Policía Federal de Brasil y no tienen permiso para abandonar el país sin una autorización judicial especial. Entre ellos figuran el presidente de la subdivisión brasileña de Chevron, George Buck, cuatro norteamericanos, tres australianos, dos franceses, un canadiense y un británico, así como cinco brasileños.
La Fiscalía brasileña anunció que la semana que viene presentará demandas contra los 17 ejecutivos por su supuesta responsabilidad penal en los dos casos de derrame en el Atlántico: el del pasado noviembre y la reciente fuga de crudo en la misma área, ocurrida hace unos días.
El pasado noviembre Chevron calculó que tras la fuga de crudo se vertieron al mar 2.400 barriles por una grieta abierta cerca de un pozo exploratorio en el Campo de Frade, un yacimiento ubicado a unos 120 kilómetros del litoral del estado de Río de Janeiro. Esta semana en la misma zona la petrolera detectó una nueva fuga de crudo. Tras el suceso, la compañía estadounidense solicitó a la ANP la suspensión temporal de la extracción de petróleo en la zona afectada y anunció que instaló un sistema para captar las burbujas de crudo derramado.
Desde noviembre Chevron se ha enfrentado a varias multas y demandas judiciales por parte de las autoridades brasileñas, que solicitan que se le impida operar en Brasil. Tras el reciente derrame, Brasil volvió a manifestarse aun más firme en relación a la petrolera norteamericana.
Entre los directivos se encuentran el presidente de la división brasileña de Chevron, el estadounidense George Buck, otros cuatro estadounidenses, dos franceses, tres australianos, un canadiense, un británico y cinco brasileños.
Los implicados deberán entregar sus pasaportes a la Policía Federal de Brasil y no podrán salir del país sin permiso judicial expreso, en función de la orden cautelar decretada por el magistrado Vlamir Costa Magalhães, del Tribunal Penal Federal de Río de Janeiro, según informó la Agencia Brasil (oficial).
El Ministerio Público (Fiscalía) anunció que la semana que viene va a presentar demandas contra los 17 ejecutivos por su presunta responsabilidad penal en el vertido ocurrido en un pozo de Chevron el pasado noviembre y por otra filtración de crudo en la misma zona ocurrida esta semana.
El primer derrame vertió al mar 2.400 barriles de crudo, según los cálculos de la empresa, que son conservadores en relación a la versión de las autoridades de Río de Janeiro, que creen que pudo alcanzar hasta 15.000 barriles.
El accidente ocurrió en el yacimiento marítimo Campo de Frade, a unos 130 kilómetros de la costa de Río de Janeiro, supuestamente por un error de cálculo en la presión ejercida por la sonda de perforación, que es propiedad de Transocean.
Esta semana se registró una nueva filtración de crudo en el fondo marino, a unos tres kilómetros del pozo, que fue sellado y abandonado por Chevron en noviembre.
La Marina brasileña detectó hoy una “tenue mancha” de crudo de cerca de un kilómetro de extensión en la superficie del océano Atlántico, en la zona de la filtración.
Las autoridades han impuesto diversas multas a Chevron, que también se enfrenta a demandas judiciales que solicitan que se le impida operar en Brasil y que pague cuantiosas indemnizaciones.
Al conocerse el último vertido, Chevron anunció que va a suspender temporalmente la producción de petróleo en el Campo de Frade, que está ubicado en la cuenca de Campos, región donde se extrae cerca del 90 por ciento de los hidrocarburos de Brasil.
Chevron extraía cerca de 61.500 barriles de petróleo por día en el Campo de Frade, que tiene reservas calculadas de entre 200 y 300 millones de barriles de crudo recuperables.
La compañía estadounidense es la operadora del proyecto, con un 51,74 por ciento de las acciones, en el que también participa la estatal brasileña Petrobras, con un 30 por ciento y el consorcio japonés Frade, con el 18,26 por ciento restante.
Fuente: EFE
Tras el reciente derrame de crudo en el Atlántico por parte de la petrolera norteamericana Chevron, las autoridades brasileñas decidieron prohibir a 17 directivos de la compañía que abandonen el país. Asimismo, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) informa de que la mancha de crudo amenaza a la costa de Río de Janeiro.
Los responsables que pronto serán acusados tienen que entregar sus pasaportes a la Policía Federal de Brasil y no tienen permiso para abandonar el país sin una autorización judicial especial. Entre ellos figuran el presidente de la subdivisión brasileña de Chevron, George Buck, cuatro norteamericanos, tres australianos, dos franceses, un canadiense y un británico, así como cinco brasileños.
La Fiscalía brasileña anunció que la semana que viene presentará demandas contra los 17 ejecutivos por su supuesta responsabilidad penal en los dos casos de derrame en el Atlántico: el del pasado noviembre y la reciente fuga de crudo en la misma área, ocurrida hace unos días.
El pasado noviembre Chevron calculó que tras la fuga de crudo se vertieron al mar 2.400 barriles por una grieta abierta cerca de un pozo exploratorio en el Campo de Frade, un yacimiento ubicado a unos 120 kilómetros del litoral del estado de Río de Janeiro. Esta semana en la misma zona la petrolera detectó una nueva fuga de crudo. Tras el suceso, la compañía estadounidense solicitó a la ANP la suspensión temporal de la extracción de petróleo en la zona afectada y anunció que instaló un sistema para captar las burbujas de crudo derramado.
Desde noviembre Chevron se ha enfrentado a varias multas y demandas judiciales por parte de las autoridades brasileñas, que solicitan que se le impida operar en Brasil. Tras el reciente derrame, Brasil volvió a manifestarse aun más firme en relación a la petrolera norteamericana.
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