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domingo, 18 de marzo de 2012

Malvinas: saber para no olvidar. ¿Poder ostentado o detentado? Incompatibilidad ignorada


Imagine el lector una noticia concebida en estos términos: “Ante la ocupación indebida de una propiedad por parte de intrusos que utilizaron la fuerza para tal fin y los reclamos permanentes de los propietarios legítimos de la finca para que la desocupen, mediando reiteradas diligencias de los órganos jurisdiccionales, los autores del atropello respondieron que la decisión sobre el destino del inmueble le corresponde a ellos en uso de su autodeterminación”. La reacción ante esta actitud insólita excedería seguramente toda capacidad de asombro y grado de indignación. No otra cosa sucede en nuestras islas Malvinas frente a invasores ingleses, súbditos de una apolillada monarquía que se fue financiando en el tiempo con actos de pillaje (cuando la primera invasión a Buenos Aires en agosto de 1806, nos robaron la renta nacional). Una exégesis del avance colonialista a través de la historia, desemboca inevitablemente en señalar como el mayor exponente al Reino Unido de la Gran Bretaña. Ladronzuelos de agua salada al servicio de Su Majestad, saquearon para la Corona hasta hartarse. Argentina nunca desistió de su potestad indiscutible y ha llegado la hora de que las Naciones Unidas dejen de ser un mero elemento enunciativo. El ideario malvinense es absolutamente indeclinable. Malvinas es un inaceptable resabio colonial que la comunidad internacional no puede seguir tolerando. La razón debe imperar por sobre estas ilícitas prácticas de salvajismo expansionista. En 1960 y por la Resolución 1.514, las Naciones Unidas instaron a poner fin al colonialismo. Más de medio siglo después, seguimos en veremos.


Por Luis María Serroels

El reclamo de los derechos argentinos sobre el archipiélago del Atlántico Sur, lleva casi 180 años y sus demandas nunca se interrumpieron. Desde el desembarco ilegítimo en las islas Malvinas en enero de 1833 y pasando por las invasiones ocurridas durante la primera década del siglo 19. Cuando tras su primer intento fallido de 1806 frente al coraje criollo y mientras por un lado Guillermo Béresford aceptaba y entregaba sus armas, sus salteadores uniformados llenaban sigilosamente la bodega de una corbeta imperial con nuestra renta: 50 toneladas de plata que fueron paseadas sobre 10 cureñas por las calles de Londres.

En las últimas semanas se ha recalentado como nunca antes el conflicto, porque nuestro país ha consolidado fuertemente la adhesión de sus hermanos continentales, llegándose a prohibirles a los buques con bandera de Malvinas (Falklands para los ingleses) que amarren en puertos de los miembros del bloque regional.

El Mercosur, en su reunión ordinaria de junio de 2011 celebrada en Paraguay, emitió un enérgico rechazo a las advertencias lanzadas por el ministro de Defensa británico, Liam Fox, sobre la disposición a “usar el poder naval si fuera necesario”. Una ridícula declaración si se tiene en cuenta que Argentina viene pregonando la necesidad del diálogo bilateral en consonancia con las reiteradas recomendaciones de la Asamblea de las Naciones Unidas. En ese cónclave de Asunción, los delegados reiteraron “su respaldo a los legítimos e imprescripibles derechos de la República Argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”. En la ocasión se condenaron los nuevos actos de agresión del Reino Unido, que demuestran su grave desprecio por el derecho internacional, desoyendo los reiterados llamados de la comunidad mundial a sentarse a negociar con nuestro país. Recordemos que el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), firmado el 2 de setiembre de 1947, fue proyectado para defender a los países americanos de cualquier tipo de agresión, principalmente extra continental. Por ende no debe sorprender este cuadro actual de fuerte coincidencia frente al avasallamiento.

Mientras aquí se endurece la protesta colectiva en una identificación antes no registrada y que exhibe el alto nivel de entendimiento solidario logrado, Gran Bretaña apresta un submarino nuclear que echa por tierra su cacareada vocación pacifista. La frutilla putrefacta del postre la colocó el primer ministro británico, David Cameron, cuando la semana pasada calificó a la Argentina de colonialista (como el ladrón que se apodera de una vivienda por la fuerza y termina luego acusando al legítimo dueño de invasor porque procura recuperar lo suyo). Lo cierto es que la situación tiende a no dar para más: la cuenta regresiva rige para los piratas y va desplomando el ridículo argumento de que la decisión debe ser tomada por los residentes kelpers, precisamente descendientes de los filibusteros y emisarios de la Reina Madre.

“Gran Bretaña es sinónimo de colonialismo”, sentenció nuestro canciller, Héctor Timerman, sugiriéndole al gobierno inglés que en lugar de convocar a su Consejo Nacional de Seguridad, llame al Secretario General de las Naciones Unidas para darle una respuesta positiva a las múltiples resoluciones de ese organismo instando a dar solución al añejo conflicto. Incluso los Estados Unidos (que no tienen la cola todo lo limpia que es deseable porque conocen bastante sobre invasiones), salieron a través de su Cancillería a alentar a ambas partes a resolver sus diferencias a través de maduras conversaciones. Por si fuera poco, Timerman recordó que la ONU no reconoce el derecho a la autodeterminación de los malvinenses, por lo cual sólo los dos países y no los isleños pueden hablar como partes litigantes. Y reclamó que Gran Bretaña se siente a negociar porque Argentina ya está sentada.

Pero debemos, en lo interno, analizar la autenticidad de los mensajes surgidos en el contexto de nuestro gobierno. En la citada reunión del Mercosur –a la que no asistió Cristina Kirchner por problemas de salud- se apreció junto al canciller Héctor Timeman la presencia del entonces ministro de Economía Amado Boudou, que meses después accedería a la vicepresidencia de la nación. Precisamente por estos días y mientras subrrogaba a la presidente, convaleciente de su operación, Boudou no ahorró palabras para replicar a Cameron, afirmando que éste “usa sin vergüenza la palabra colonialismo para un país latinoamericano”. Todo bien pero… hagamos historia.

El sitio La Revista del Foro del 18 de febrero de 2010, publica un informe redactado por Mario Cafiero y Javier Llorens cuyo contenido es de una inusitada gravedad. De allí extraemos un jugoso material.

En julio de 2008 y en medio del fuerte incremento del precio del petróleo, el Barclays Bank inglés manifestó su interés en adquirir el 5 _ de las acciones de Desire Petroleum. Dos meses luego Cristina Fernández anunció en Nueva York, en un claro mensaje a la banca internacional, que nuestro país estaba en conversaciones con un grupo de bancos encabezados por el Barclays Bank, secundado por el Citibank y el Deustche Bank, para la reapertura del canje de la deuda.

En octubre de 2009 y a un mes de haber concretado la compra de las acciones de Desire Petroleum, el Barclays y sus afiliadas presentó al gobierno argentino una formal propuesta para la reapertura del canje de la deuda y tan sólo seis días después y por Resolución 267, el ministro de Economía argentino, Amado Boudou, aprobó una carta convenio por la que designó al Barclays como Coordinador Global en dicho proceso de reestructuración de deuda externa con la colaboración de las entidades nombradas.

Entre algunas picardías, estos bancos exigían que se pusieran las reservas del Banco Central como garantía del pago de la deuda en el proceso de reestructuración y, por otro lado, el Barclays eludía mencionar su condición de “empresa no operadora”, como inversora de Desire Petroleum, en el Registro de Empresas Petroleras Productoras creado por Resolución 407/07 de la Secretaría de Energía. Y lo hizo con el propósito de impedir la actividad en nuestro país de empresas, socios o accionistas que se dedicaran a la explotación petrolera en la plataforma continental marítima sin la debida autorización argentina (situación de Desire/Barclays). Ese ocultamiento fue para no quedar incursa en los delitos previstos en los artículos 172 y 292 del Código Penal para el caso de esconder dicha información.

Dicen Cafiero y Llorens que “Sin embargo, con un obrar que parece ir más allá de la negligencia, el ministro Amado Boudou honró a Barclays Bank designándolo como Coordinador Global de Argentina ante el mundo, para la reapertura del canje de deuda, poniendo a Londres como centro de nuestra problemática financiera” (¿es entendible semejante contrasentido a la luz de recientes declaraciones?). Por si algo hiciera falta y a mayor abundamiento, digamos que Desire Petroleum, de la cual el Barclays es accionista, fue encomendada por Gran Bretaña para empezar las tareas de explotación de nuestro petróleo alrededor de las Malvinas.

Quien es hoy presidente alterno de los argentinos, permitió consumar una operación (sostenida por la Casa Rosada) que lesiona nuestra soberanía. ¿Conocen realmente todos los compatriotas quién es quién en materia de defensa territorial? Los integrantes del Mercosur que tan generosamente nos están alentando, ¿saben de estos pormenores? La petrolera británica Roskhopper Exploration anunció que uno de los principales pozos explorados en Malvinas tiene un potencial calculado en 5.500 barriles diarios, de allí que el tema no es el interés de los malvinenses, sino los negocios de una nación que lo que no lo obtiene por el derecho lo logra por la fuerza. El mundo da fe de ello.

Durante su larga exposición del pasado miércoles, la presidente Cristina Fernández, al aludir al tema de nuestro archipiélago, dijo no haber escuchado críticas de ninguna organización ecologista por lo que están haciendo en Malvinas (aludía a la expansión de las empresas petroleras en aguas profundas para la explotación de los recursos fósiles). Sin perder tiempo, la Organización Greenpeace le recordó que desde 1998 ha estado manifestándose contra esta actividad y en ello está comprendido el caso de Malvinas. La entidad aprovechó para atacar la posición argentina sobe la pesca ilegal, calificando esa postura de muy flexible, porque deja abierta la posibilidad de que siguiera sin control.

Curiosamente, junto a la mandataria estaba su vicepresidente que, como ya hemos dicho, benefició al Barclays Bank inglés, accionista de Desire Ptroleum, firma ésta dedicada a la explotación de recursos naturales en nuestra plataforma marítima. ¿CFK ignoraba la Resolución 267 de Boudou?

Los claudicantes acuerdos secretos con Gran Bretaña, suscripos hace dos décadas por Carlos Menem y Domingo Cavallo, son una mancha que tiñe desdorosamente nuestra dignidad nacional y nadie ha pedido rendición de cuentas por esta traición. En el libro Los Tratados de Paz por la Guerra de Malvinas – Desocupación y Hambre para los argentinos, escrito por el doctor Julio C. González y de cuyo contenido ya nos hemos ocupado, se construye un excepcional alegato contra tan vergonzante actitud). ¡Qué paradoja! El mismo Carlos Menem responsable de estos actos repudiables, dos años después promulgaría y juraría la nueva Ley Suprema donde figura la Disposición Transitoria Primera.

Dicha cláusula preceptúa que “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescripible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”. La reformada Constitución de Entre Ríos incluye en su artículo 34º la identificación con esta causa nacional legítima, permanente e irrenunciable, como asimismo consagra la asistencia, integración y protección de los veteranos de guerra.

Enrique Díaz Araujo escribió que al margen de que cualquier despojo –por pequeño que sea- afecta a la soberanía nacional de manera insufrible, sin el pie malvinero no es posible transitar erguidos por el Mar Argentino, por los pasos interoceánicos y por la Antártida. Ya hemos aportado en esta columna sobre al sustento legal de nuestra soberanía y las razones de orden histórico, geográfico y jurídico que nos avalan. Las Malvinas siguen siendo un manchón colonial pero, con mayor fuerza, una inexcusable causa nacional.

¿Poder ostentado o detentado?

Una legitimidad de origen fuera de toda discusión como la que se observó el 23 de octubre, no supone en absoluto convalidar la ilegitimidad de ejercicio. Vulnerar las normas constitucionales es tan malo para un gobierno de facto como lo es para una administración surgida de las urnas. La Ley Suprema ampara y exige, concede derechos y a la vez impone obligaciones. Y fija que los primeros que deben respetar y garantizar el estado de derecho, son los gobernantes administradores de la cosa pública. Esa legitimidad primaria no vale si no se sustenta en la legalidad. Las cámaras legislativas deben tener en sus bancas a personas que debatan ideas, confronten pareceres, comparen opiniones y construyan verdades que se plasmen en leyes sabias y justas. Que no sean escribanos del Poder Ejecutivo. Ignorar frenos y sacar normas con rapidez, fuera de toda instancia de diálogo con la oposición, genera una disvalía para el Poder Legislativo y el propio republicanismo, comprometiendo su funcionamiento.

A raíz del raid en que se embarcaron ambas cámaras para sacar en tiempo récord distintas leyes (con mayoría de proyectos del Ejecutivo), la oposición –que sea cual fuere su dimensión cuantitativa sigue siendo cualitativamente respetable-, encontró elementos que a su criterio estarían invalidando lo resuelto en virtud de prácticas inconstitucionales.

Los ostentadores del poder no necesariamente son dueños de la razón y aunque a veces no se den cuenta, deben entender que no se puede violentar la Constitución Nacional ni la Provincial haciendo alarde de mayoría contundente. Al poder lo presta el pueblo y tiene un plazo perentorio en el que su ejercicio debe respetar la integridad de las instituciones. Delegar facultades por fuera de los preceptos fundamentales no sólo se encuentra explícita y taxativamente vedado constitucionalmente, sino que se hace acreedor al reproche en ámbitos judiciales. Al poder y la autoridad que no se saben ostentar, se lo comienza a detentar.

Desde la oposición radical en la cámara baja y a través de un comunicado llegado a ANALISIS, el diputado Jorge Monge opinó que las modificaciones efectuadas a la ley 9.622 y al Código Fiscal, “introducen fuertes incrementos en impuestos y tasas a todas las actividades productivas y de servicios ya gravadas y no sólo a los juegos de azar y servicios financieros como se pretende vestir la aparición pública de esta iniciativa”.

La aserción no pasaría de ser una reflexión propia del viejo y previsible tironeo político, pero tiene un aditamento que merecería una clara respuesta oficial. Y es el tema de la delegación de facultades –ya comentado en esta columna la semana pasada- por la que la Legislatura deja en manos y a criterio del gobernador la autorización para adecuar anualmente y por decreto los valores e importes para los diferentes tipos de operaciones previstos en la ley impositiva.

Insiste Monge en que se han transferido facultades indelegables, advirtiendo no sin exageración que “de convalidarse ello, en este terreno se prescindirá por completo en el futuro de las cámaras legislativas y cada vez que fuera necesario o se pretendiera ajustar el monto de impuestos o tasas, el Poder Ejecutivo estará exento de acudir al ‘iter’ legislativo”. Le guste o no al oficialismo, es necesario aclarar las razones de este deslíz. Y esto nada tiene que ver con su resonante victoria electoral de octubre pasado. Una resonancia que no habilita en absoluto a ejecutar acciones por fuera de las normas.

Incompatibilidad ignorada

Una escueta información indicó que el presidente de Energía de Entre Ríos S.A. (Enersa), Hugo Ballay, designado a principios de enero, continuará al frente de la Comisión Administradora de los Fondos Excedentes de Salto Grande (Cafesg). Ante esta simultaneidad, el vocal de este organismo, Walter Doronzoro, avaló la doble tarea diciendo que ambos cargos no son incompatibles. No se ha advertido la diferencia existente entre incompatibilidad funcional e incompatibilidad horaria. Talvez ésta última resulte la más clara, porque no se puede estar en dos sitios al mismo tiempo, salvo que se disponga del don de la ubicuidad, como el Espíritu Santo. Cuando se está trabajando en un lugar no se puede estar haciéndolo en el otro, más aún en este caso donde la sede de Enersa y la de la Cafesg están separadas por más de 250 kilómetros.

De todos modos la norma que reglamenta estas cuestiones para la función pública, no hace especificaciones de distancia, función ni carga horaria (el mismo impedimento alcanza al concejal de Federación, Hernán Burna, designado vocal de la Cafesg). Para ello el artículo 40º de la Constitución entrerriana es muy preciso: “No podrán acumularse en una misma persona dos o más empleos, aunque el uno sea de la Provincia y el otro de la Nación, municipio o comuna con excepción de los del magisterio y los de carácter profesional técnico cuando la escasez del personal haga necesaria la acumulación. Fuera de estos casos, la aceptación del nuevo empleo hace caducar al anterior”. Ballay y Burna tendrían que resignar una de las dos funciones encomendadas.

Cristina Kirchner y su lealtad con Inglaterra, Rockefeller y Rothschild

En relación con el tema de las Islas Malvinas, la versión cristinista del kirchnerismo gobernante muestra una vez más un comportamiento típicamente bipolar o esquizofrénico: no sólo reivindica como “sanmartiniano y democrático” a un general raigalmente antiperonista y partidario de la proscripción política del General Perón y del movimiento que éste impulsara (General Benjamín Rattenbach), sino que además hace alarde de nacionalismo reclamando la soberanía para las Islas Malvinas, lo que al mismo tiempo no le impide ejecutar una política económica y financiera que ha puesto la administración de la deuda pública externa y la explotación gratuita de nuestra riqueza minera en manos de las finanzas británicas, a través del Barclays Bank.

Estamos en presencia de un gobierno “nac&pop”, pretenso progresista y superador del peronismo, pero que en última instancia ejecuta una política al servicio del colonialismo británico y angloamericano.

1) En estos últimos días, hemos visto cómo el gobierno nacional se ha desentendido de los reclamos de compatriotas que se oponen a la explotación indiscriminada, gratuita y salvaje de nuestra riqueza minera (San Juan, La Rioja y Catamarca), avalando tácitamente y por omisión la brutal represión policial sobre trabajadores, mujeres y niños, para defender el negocio de las multinacionales mineras extranjeras, australianas, canadienses y británicas.

Las multinacionales mineras se presentan como empresas diferentes (Barrick Gold, Osisko, Xstrata, etc.), pero tienen los mismos dueños en común: Bancos de Inversión y Fondos de Inversión transnacionales: Blackrock Group Ltd, Barclays Bank, el J. P. Morgan Chase & Corp., HSBC, The Capital Companies Group Inc. (que incluye, entre otros, a American Funds, Capital Guardian Trust Company y Capital Research and Management Company), etc. En otras palabras: estos emprendimientos presentan el aspecto de empresas mineras, pero en realidad los dueños reales son los grandes bancos internacionales y los multimillonarios fondos de inversión, en algunos casos dueños de esos mismos bancos.

A. Barrick Gold Corporation: que tiene la concesión de la explotación de las minas de El Veladero (San Juan), de Pascua Lama (San Juan) y de otros emprendimientos en la provincia de Santa Cruz. Si bien se supone que es una empresa minera “canadiense”, en realidad es una empresa estadounidense, ya que sus dueños reales son grandes fondos de inversión y bancos de Yankilandia -entre otros, el Morgan Stanley, el Bank of New York Mellon Corporation, el J. P. Morgan Chase & Co., el Wells Fargo, el Capital Research and Management Company, etc.-, además de contar con participación accionaria del Royal Bank of Canada, la Unión de Bancos Suizos, el BlackRock Inc., y el Barclays Bank (1).


Jorge Mayoral (Secret. de Minería), Amado Boudou, Juan Manuel Urtubey (Salta), Luis Beder Herrera (La Rioja), Peter Munk, Cristina Kirchner, Walter Barrionuevo (Jujuy), José Luis Gioja (San Juan) [Toronto, 26 de junio de 2010]

(1) Ver : Notable Holders of Barrick Gold Corp. (ABX), enhttp://www.streetinsider.com/holdings.php?q=ABX

B. Xstrata plc: es la compañía minera que tiene la concesión de la mina de Bajo La Alumbrera (Cata-marca). Esta compañía está radicada en Suiza, y tiene básicamente dos grandes dueños: Glencore International AG y BlackRock, Inc. La primera es una compañía fundada en 1974 por Marc Rich (de fuertes contactos con sectores de la comunidad de inteligencia de servicios de Medio Oriente, fervoroso aportante del Partido Demócrata estadounidense, que oportunamente enfrentara cargos por evasión fiscal en Estados Unidos, indultado finalmente por el presidente Bill Clinton, al finalizar su mandato), y está presidida por Sir John Bond (ex miembro del HSBC Group y de importantes contactos con emprendimientos comerciales en China y Asia)(2).

BlackRock, Inc., es un fondo de inversión británico, cuyo principal propietario accionario es el Bar-clays Bank, junto con el PNC Financial Services Corp. (propiedad del Bank of America y del Barclays Bank) y el State Street Corporation(3).

C. Osisko Mining Corporation: es la empresa minera que pretende explotar las minas de Famatina (La Rioja). Si bien tiene su sede central en Canadá, el propietario de la firma es el fondo de inversión Wilkinson O´Grady & Co., de Estados Unidos, ligada a la familia Rothschild y al ex Chase Manhattan Bank (Rockefeller), vínculos reconocidos oficialmente por los dueños del Fondo. (4)

2) Pero el Barclays Bank está presente también en la explotación petrolera en las Islas Malvinas, ya que es el principal accionista de una de las empresas inglesas presentes en el área: la Desire Petroleum PLC (5).

3) Además, el Barclays Bank es también el banco que intervino en los dos canjes de deuda externa or-ganizados por el kirchnerismo, en el 2005 y en el 2010. En el primer caso, junto con el Credit Suisse y el Merril Lynch, en el segundo caso con el Citigroup y el Deutsche Bank, bancos controlados por la familia Rockefeller, miembros del Consejo de las Américas. En este sentido, el Barclays Bank ha sido la institución-eje sobre la cual se restructuró y reordenó nuestra deuda externa, en beneficio de los acreedores externos.

En otras palabras: un resorte tan crucial de nuestro desenvolvimiento económico-financiero, como es el tema de la deuda externa, está bajo la administración y control de la corporación Rockefeller y el Barclays Bank (6).

4). No menos importante es el hecho que el Barclays Bank forma parte de la plutocracia bancaria que controla el mundo, según expresión de Alfredo Jalife Rahme (7) .

Según un estudio llevado a cabo por Andy Coghlan y Debora MacKenzie (8) , “un análisis de las relaciones entre 43 mil corporaciones transnacionales ha identificado un grupo relativamente pequeño de com-pañías, principalmente bancos, con un poder desproporcionado sobre la economía global”. De este análisis surgió que son 1318 las empresas que representan el 20_ de los ingresos operativos globales y que son dueñas en forma colectiva de la mayoría de las empresas prestigiosas y manufactureras del mundo, representando el 60_ de los ingresos globales de esa red.

Al desentrañar la red de propietarios, el estudio encontró que la mayoría de ellos remitía a una “súper-entidad” de 147 compañías estrechamente entrelazadas que controlan el 40_ de la riqueza total de esa red. Según el analista James Glattfeder, “menos del 1_ de las compañías están en condiciones de controlar el 40_ de toda la red” (9).

Además, este análisis muestra que la mayoría de las instituciones que controlan esa red son instituciones financieras, entre ellas The Capital Group Companies Inc., el State Street Corporation, el JP Morgan Chase & Co., la Unión de Bancos Suizos, el Merrill Lynch & Co. Inc., el Deutsche Bank AG, el Credit Suisse Group, el Bank of New York Mellon Corp., el Goldaman Sachs Group Inc., el Morgan Stanley, el Bank of America Corporation, el Lloyds TSB Group, y el BNP Paribas. Pero la institución número 1 del ranking es el Barclays Bank.

Conclusión: el régimen kirchnerista que impera hoy en nuestro país agita las banderas de un tenue nacionalismo malvinero, haciendo alarde de progresismo y de estar dotado de un cierto carácter “nacional-popular”, pero en realidad ha puesto en manos del poder financiero británico y angloamericano el control y administración de nuestras riquezas petroleras-mineras y de nuestras finanzas nacionales. Simula pelear contra el primer ministro inglés, pero al igual que en la década infame, nos ha convertido en una granja del Imperio británico y de las finanzas mundiales. Afirma no gobernar para las corporaciones, pero ha entregado el manejo de la deuda externa púbica a la corporación financiera angloamericana y les ha asegurado a las corporaciones mineras transnacionales el saqueo orquestado por el menemato en la década del ´90 (10).

Peter Munk y Cristina Kirchner

Detrás: las banderas nacionales de Argentina, Canadá y…. de la Barrick Gold (empresa situada al mismo nivel que los dos países) [Toronto, 26 de junio de 2010). En todo caso, las tres entidades son “provincias-granjas” del Barclays Bank.

(2) Ver página oficial de la empresa, en http://www.xstrata.com/about/management/board/

(3) Ver http://www2.blackrock.com/global/home/AboutUs/index.htm ,http://financeyahoo.com/q/mh?s=PNC+Major+Holders yhttp://en.wikipedia.org/wiki/PNC_Financial_Services

(4) Donald M. Wilkinson, el fundador de la compañía, y Donald M. Wilkinson III, respectivamente (en http://wilkinsonogrady.com/people ).

(5) “La conexión entre el canje de la deuda externa y la explotación petrolera en Malvinas”, artículo de Javier Llorens y Mario Cafiero, 8 de febrero del 2010.

(6) El presidente del Barclays Bank es Marcus Ambrose Paul Agius, quien se desempeñó hasta el año 2006 en el Grupo Lazard LLC (vinculado a la Banca Rothschild), casado con una hija de Edmund de Rothschild (de la rama inglesa de la familia) [ver en (http://en.wikipedia.org/wiki/Marcus_Agius ). Su Jefe Ejecutivo es Bob Diamond, miembro del Council on Foreign Relations y del Atlantic Council (ver en http://group.barclays.com/About-us/Management-structure/The-Board/Biography/1225802845162.html

(7) “Identidad de la plutocracia bancaria (1_) que gobierna el mundo (99_)”, en La Jornada, 23 de octubre de 2011 (http://www.jornada.unam.mx/archivo_opinion/autor/front/4/29887/y/Identidad-de-la-plutocracia ).

(8) “Revealed – the capitalist network that runs the world”, enhttp://www.newscientist.com/article/mg21228354.500-revealed--the-capitalist-network-that-runs-the-world.html

(9) Ibidem nota anterior.

(10) Según un directivo de la Barrick Gold, la presidente Cristina Kirchner aseguró que respecto a la minería “las reglas no cambiarán, y eso es muy importante para una inversión a largo plazo”, lo cual seguramente fue la causa que “lo único [que hicieron [los empresarios mineros reunidos con ella] fue felicitarme”, tal como consta en el artículo de Martin Kinenguiser, “Promesas de reglas estables para la minería”, en La Nación, edición impresa del 27 de junio de 2010 (ver en http://www.lanacion.com.ar/1279256-promesa-de-reglas-estables-a-la-mineria ).

FUENTE 

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